jueves, 27 de diciembre de 2012

JESUS HIJO DE DIOS


LECCION PARA EL DOMINGO 30 DE DICIEMBRE

MATEO 22: 41-46
SALMO 89: 3-4
INTRODUCCION:
                             Los fariseos, herodianos y saduceos le habían presentado sus preguntas. Ahora Jesús invierte los papeles y les formula una pregunta bien interesante: quién pensaban que era el Mesías. Los fariseos sabían que el Mesías sería un descendiente de David pero no que también sería Dios mismo. Jesús usó el Salmo 110.1 para mostrarles que el Mesías era muy superior a David (Hebreos 1.13 emplea el mismo texto para probar la identidad de Jesús). La pregunta más importante que hemos de responder es qué creemos acerca de Cristo. Las demás preguntas espirituales son irrelevantes hasta que creemos que Jesús es quien dijo que es.
DESARROLLO:
                               El título más corriente del Mesías era Hijo de David. Detrás de él se ocultaba la expectación de que algún día llegaría un gran Príncipe de la dinastía de David que derrotaría a  los enemigos de Israel  y  conduciría  al  pueblo  a  la  conquista  de  todo  el  mundo.  Se  pensaba  en  el  Mesías corrientemente en términos de poder y de gloria nacionalista, política y militar. Este es otro intento que hace Jesús de alterar esa concepción.
Jesús les preguntó a los fariseos de quién entendían ellos que era hijo el Mesías; y contestaron como Él esperaba: < Hijo de David.» Jesús entonces les citó el Salmo 110:1: «El Señor dice a mi Señor: Siéntate a Mi diestra.» Todos estaban de acuerdo en que ese texto se refería al Mesías. En él, el primer Señor es Dios; y el  segundo Señor es el Mesías. Eso supone decir que David llama Señor al Mesías. Pero, si el Mesías es hijo de  David, ¿cómo pudo llamar David a su propio hijo Señor?
                ¿Qué quería decir Jesús? No podía querer decir más que una cosa: qué Su verdadera descripción es Hijo de Dios. Hijo de David no es un título adecuado; Hijo de Dios sí lo es. Y en ese caso, el mesiazgo no se ha de concebir en  términos de conquistas davídicas; sino en términos de amor divino  y  sacríficial.  Aquí,  pues,  Jesús  presenta  Sus  mayores  credenciales.  En  él  vino,  no  un conquistador  terrenal  que  repetiría  los  triunfos  militares  de  David,  sino  el  Hijo  de  Dios  que demostraría el amor de Dios sobre la Cruz.
Como  ya hemos visto, Después de silenciar a los herodianos, saduceos y fariseos, Cristo mismo hizo una pregunta (Mt 22.41–42), ¡y nadie pudo contestarle! Se refirió al Salmo 110.1 donde David le llama «Señor». Nótese que Cristo afirma que David escribió el Salmo, lo escribió inspirado por el Espíritu (v. 43), y lo escribió respecto a Cristo, el Hijo de David. Su pregunta fue: «Pues si David le llama Señor [que significa que es Dios], ¿cómo es su hijo?» (v. 45). La respuesta se la da en Mateo 1–2: el nacimiento virginal de Cristo. Como Dios eterno Cristo es el Señor de David, pero como Dios-Hombre, que vino en carne, es el Hijo de David.
Si los escribas y fariseos hubieran contestado a esta pregunta sincera y correctamente, hubieran tenido que reconocer el mesiazgo de Cristo. Pero en la dureza de su corazón rechazaron la verdad y acudieron a maneras más diabólicas para silenciar al Señor. Eran hijos del diablo (Jn 8.44); habían tratado con mentiras y habían fallado, ahora tratarían de matarlo.
Si usted lee todo el Salmo 110 notará que se refiere tanto al sumo Sacerdocio de Jesucristo, como a su conquista sobre sus enemigos. Pedro lo citó en Pentecostés (Hch 2.32–36) para demostrar la resurrección de Cristo, y también Hebreos 10.13 lo cita. Rechazado como Rey de los judíos, Cristo se volvió a los gentiles y llegó a ser el sumo Sacerdote de todos los que confían en Él. Cuando Él regrese a la tierra, hará de sus enemigos estrado de sus pies. Entretanto, pacientemente está esperando (Heb 10.13) hasta ese día de juicio y triunfo.
CONCLUSION:
                        Jesús mantiene su mesianidad y su ser Hijo de Dios teniendo como base la Escritura. Desde muy antiguo, la iglesia se vio confrontada a grandes ataques doctrinales que atentaban contra la deidad de nuestro Señor Jesucristo. Hoy, sectas como los testigos de Jehová (por nombrar alguna), o la teología moderna son los proponentes de un Jesús solamente humano o en el mejor de los casos un ser inferior al Dios Padre. Es debido a todos estos ataques satánicos por lo que debemos profundizar en nuestro conocimiento de las Escrituras, la cual nos testimonia a viva voz la encarnación del Verbo eterno, Jesucristo.


Siete clases diferentes de fariseos.
  1.- Estaba el fariseo del hombro. Era meticuloso en la observancia de la Ley, pero llevaba sus buenas  obras  siempre  al  hombro.  Buscaba  una  reputación  de  pureza  y  bondad,  verdad  que obedecía la Ley, pero con la finalidad de que lo miraran y admiraran los demás.
 2.- Estaba el fariseo espera- un- poco. Era el fariseo que siempre podía presentar una disculpa legalmente válida paro aplazar una buena obra. Profesaba el credo de los fariseos más rigurosos, pero siempre tenía una disculpa para quedarse atrás en la práctica. Hablaba mucho, pero obraba poco.
 3. Estaba el fariseo acardenalado y sangrante. El Talmud habla de la plaga de fariseos auto fastidiantes. Recibieron estos nombres por la siguiente razón. Las mujeres ocupaban el estrato más bajo en la escala social en Palestina. Ningún rabino que se apreciara sería sorprendido hablando con una mujer en público, aunque fuera su mujer  o su hermana. Estos fariseos llegaban todavía más lejos; no se permitirían ni siquiera mirar a una mujer por la calle.
 4.-Estaba el fariseo que se describía diversamente como el fariseo del mortero con su mano, o el fariseo de la joroba, o el fariseo tambaleante. Los tales andaban con tal apariencia de humildad que iban torcidos como la mano del mortero en el mortero, o como jorobados. Eran tan  humildes que ni siquiera levantaban los pies del suelo, lo que los hacía tropezar en todos los obstáculos que se encontraran.
 5.-Estaba el fariseo siempre contabilizante o contador. Esta clase de fariseo siempre estaba llevando la cuenta de sus buenas obras, haciendo el balance entre sí mismo y Dios, y creía que a cada buena obra suya ponía a Dios un poco más en deuda con él.
 6.-Estaba el fariseo tímido o timorato. Siempre tenía miedo del castigo divino. Por tanto, siempre estaba limpiando  lo  de fuera del vaso y el plato, para parecer siempre bueno. Veía la religión en términos de juicio, y la vida en términos de una evasión aterrada de este juicio.
 7.-Finalmente estaba el fariseo temeroso de Dios. Era el fariseo que real y verdaderamente amaba a Dios y se deleitaba en obedecer la Ley de Dios, por muy difícil que fuera.

martes, 25 de diciembre de 2012

SI AMA A DIOS, AMARÁ A SU PROJIMO


LECCION PARA EL DOMINGO 23 DE DICIEMBRE

MATEO 22: 34 – 40
MARCOS 12: 29-30
INTRODUCCION:
                               Uno podría pensar que los fariseos se alegraron al ver silenciados a los saduceos. La pregunta con la que los saduceos siempre los atrapaban había sido al fin contestada por Jesús. Pero los fariseos eran demasiado orgullosos para mostrarse impresionados. La respuesta de Jesús les daba una victoria teológica sobre los saduceos, pero estaban más interesados en acaban con Jesús que en aprender una verdad.
Los fariseos, que habían logrado clasificar unas seiscientas leyes, con frecuencia trataban de distinguir entre lo más importante y lo menos importante. Jesús citó Deuteronomio 6.5 y Levítico 19.18. Al cumplir estos dos mandamientos, una persona cumplía las restantes, ya que resumen los Diez Mandamientos y las otras leyes morales del Antiguo Testamento.

DESARROLLO:
                               En Mateo, esta pregunta parece más bien la vuelta de los fariseos al ataque; pero en Marcos; la atmósfera es diferente. Según nos cuenta Marcos la historia, Marcos 12:28- 34, el escriba no Le hizo esta pregunta a Jesús para hacerle caer. Se la dirigió en señal de aprobación por lo que había dicho, y para ofrecerle a Jesús la oportunidad de contestar correctamente otra vez. Y al final del pasaje el escriba y Jesús están muy cerca.
1.       La religión consiste en amar a Dios. El versículo que Jesús cita es Deuteronomio 6: 5. Ese versículo era parte  de la semá, el credo básico y esencial del judaísmo; la frase con la que empiezan todos los cultos judíos, y el primer texto que todos los niños judíos aprenden de memoria. Esto quiere decir que hay que darle a Dios un amor total, un amor que domine nuestras emociones, que deja nuestros pensamientos y que sea la dinámica de nuestras acciones. La religión empieza con el amor que es la entrega tal de la vida a Dios.
2.       El segundo mandamiento que cita Jesús procede de Levítico 19:18. Nuestro amor a Dios debe desembocar en el amor a nuestros semejantes. Pero debe notarse el orden en que aparecen estos mandamientos. El amor a Dios es primero, y el amor a los hombres, segundo. Solo cuando amamos a Dios podemos amar a nuestros semejantes. La enseñanza bíblica acerca del hombre no es que el hombre es una colección de elementos químicos, ni parte de la creación animal, sino una criatura que está hecha a la imagen de Dios (Génesis 1:26s). Es por esta razón por la que debe amarse a los semejantes. La verdadera base de toda democracia, es de hecho el amor de Dios. Suprimid el amor de Dios, y podemos airarnos con el hombre por su torpeza para aprender; podemos volvemos pesimistas  por  su   dificultad,  para  mejorar;  podernos  insensibilizarnos  ante  la  mecánica  de  su pensamiento, el amor al ser humano está profundamente enraizado en el amor de Dios.
Ser verdaderamente religioso es amar a Dios y amar a los seres humanos que Dios ha hecho a Su imagen; y  amar a Dios y a la humanidad, no con un sentimentalismo nebuloso, sino con esa entrega total que conduce a la devoción a Dios y al servicio práctico a los seres humanos.
Nunca podemos separar el amor a Dios del amor al prójimo; y al revés, el amor al prójimo del amor a Dios.

CONCLUSION:
                               Quien dice amar a Dios, amará a su prójimo. Los fariseos pensaban que con su religiosidad estaban demostrando un genuino amor por Dios. Para ellos era totalmente razonable separar el amor a Dios, de una relación con el prójimo. Esto es lo que a la larga produce la religiosidad; podemos ser engañados creyendo que lo único que necesitamos es amar a Dios, pasando por alto las relaciones con nuestros semejantes. Mas hacer esto es contradecir la ley de Dios -como hacían los fariseos al odiar a Jesús- pues nuestro amor por Dios es falso si no amamos a nuestro hermano. El hombre que ama a Dios, reflejará ese amor a los que le rodean; de no ser así, todo es nada más que hipocresía, vana religiosidad.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

EN EL CIELO NO ES COMO EN LA TIERRA


LECCION PARA EL DOMINGO 16 DE DICIEMBRE

MATEO 22: 23-33
1 CORINTIOS 15: 42
INTRODUCCION:
                                   Como los fariseos y herodianos no pudieron atrapar a Jesús, los saduceos con disimulo lo intentaron. No creían en la resurrección porque el Pentateuco (Génesis a Deuteronomio) no tiene una enseñanza directa al respecto. Los fariseos no habían podido hacer uso de un argumento convincente tomado del Pentateuco para defender la resurrección, y los saduceos pensaron que tenían atrapado a Jesús. Pero este les demostró lo contrario.
La ley decía que cuando el esposo moría sin dejar un hijo, el hermano soltero del hombre tenía la responsabilidad de casarse con la viuda y cuidarla (Deuteronomio 25.5, 6). Así protegían a esas mujeres, que por lo general no tenían otros medios para vivir.

DESARROLLO:
                                   ¿Quiénes eran los Saduceos? Ver al final.
 Los saduceos preguntaron cómo sería el matrimonio en la eternidad. Jesús les respondió que era más importante comprender el poder de Dios que conocer cómo será el cielo. En cada generación y cultura, los puntos de vista acerca del cielo o la vida eterna tienden a basarse en imágenes y experiencias de la vida presente. Jesús manifestó que estos puntos de vista errados, tienen como origen el desconocimiento de la Palabra de Dios. No debemos considerar la eternidad enmarcada en nuestras ideas ni entender a Dios en términos humanos. Debiéramos concentrarnos más en nuestra relación con Dios que en saber cómo es el cielo. Con el tiempo lo sabremos, y veremos que es infinitamente mejor que nuestras expectativas.
            Los saduceos presentaron un problema que ellos creían reduciría al absurdo la doctrina de la resurrección de los muertos. Los saduceos citaron un caso de matrimonio de levirato en el que siete hermanos fueron muriendo sucesivamente sin dejar descendencia, aunque casándose con la misma mujer, y entonces preguntaron: «Cuando tenga lugar la  Resurrección, ¿de quién será esposa la mujer que estuvo casada con todos?» Era una trampa de pregunta.
            Jesús  empezó  estableciendo  un  principio:  Toda  aquella  cuestión  se  basaba  en  un  error fundamental, el de pensar que el Cielo es como la Tierra, y la vida en la eternidad es como la vida en el tiempo. La respuesta de Jesús fue que cualquiera que lea las Escrituras se dará cuenta de que ese problema no existe; porque el Cielo no va a ser simplemente la continuación o la extensión de este mundo. Habrá relaciones nuevas y mejores que trascenderán las relaciones físicas del tiempo.
De ahí pasó Jesús a demoler toda la posición de los saduceos. Habían mantenido siempre que no había ningún  texto  en el Pentateuco que se pudiera usar para demostrar la Resurrección de los muertos. Ahora bien, ¿cuál era  el  título más corriente de Dios en el Pentateuco? « El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob.» Dios no puede  ser un Dios de muertos, y de cadáveres en pudrición. El Dios viviente tiene que ser el Dios de los vivientes. La posición de los saduceos quedó demolida. Jesús había hecho lo que no habían conseguido hacerlos rabinos más sabios. Refutó a los saduceos con textos de la misma Escritura, y demostró que hay una vida después de la muerte que no se puede concebir en términos terrenales. La gente se admiró de un Hombre que era un maestro de la discusión, y hasta los mismos fariseos tendrían que contenerse para no vitorearle.

CONCLUSION:
                        Es importante analizar los motivos de nuestras discusiones teológicas. ¿Son sinceros o tienen como objetivo hacer caer a alguien en una trampa? Los líderes quieren atacar a Jesús para que cometa algún error. Pero Jesús no sucumbe ante ningún engaño. En vez de defenderse, como ellos esperaban, les responde con sabiduría divina:
- Si ellos pretenden una preocupación acerca de los impuestos, deben preocuparse si están sirviendo a Dios.
- Si encuentran que la resurrección no encaja con sus pensamientos terrenales, muestran que no saben nada de la vida futura, ni conocen las Escrituras.
- Si quieren saber cómo es el mandamiento primero (más importante), para mostrar que Jesús no está cumpliéndolo por hacerse Hijo de Dios, muestran que ellos mismos no cumplen la ley de Dios por su odio hacia su prójimo, Jesús.

¿QUIENES ERAN LOS SADUCEOS?
Los saduceos no eran muy numerosos, pero eran la clase rica, aristocrática y gobernante. Los principales  sacerdotes, por ejemplo, eran saduceos. En política eran colaboracionistas; totalmente dispuestos a cooperar con el gobierno romano si así podían conservar su posición y privilegios.
Los saduceos insistían en que la doctrina de la vida después de la muerte no se podía demostrar con el  Pentateuco.  Los fariseos decían que sí, y eran curiosos los versículos que citaban como pruebas. Citaban Números 18:28, que dice: «Dad la ofrenda del Señor al sacerdote Aarón.» Esa es una ordenanza de carácter permanente. El verbo está en el tiempo presente; ¡por tanto Aarón está todavía vivo! Citaban Deuteronomio 31:16 como prueba de  la  Resurrección « Y este pueblo se levantará,» aunque la segunda mitad del versículo prosigue: «para prostituirse tras los dioses ajenos de la tierra.» Citaban Deuteronomio 32:39: «Yo hago morir, y Yo hago vivir.» Fuera del Pentateuco citaban Isaías 26:19: «Tus muertos vivirán.» No se puede decir que ninguna de las citas de los fariseos fuera concluyente; y no se había podido presentar nunca ningún argumento real a favor de la Resurrección de los muertos basado en el Pentateuco.
Los fariseos insistían mucho en la resurrección del cuerpo. Discutían detalles rebuscados, tales como si se resucitaría vestido o desnudo; si vestido, ¿resucitaría uno con la ropa que tenía puesta cuando murió, o con otra? Usaban 1 Samuel 28:14 (el pasaje de la pitonisa de Endor que hizo subir el espíritu de Samuel a petición de Saúl)  para demostrar que después de la muerte las personas conservan la apariencia que tuvieron en este mundo. Hasta discutían si las personas resucitaban con los defectos físicos; ¡si no fuera así, no serían las mismas personas! Todos los judíos resucitarían en la Tierra Santa, así es que decían que había pasillos bajo la tierra y, cuando enterraban a un judío en una tierra extranjera, su cuerpo venía rodando por esos pasillos hasta la patria. Los fariseos mantenían como doctrina fundamental la Resurrección corporal de los muertos. Los saduceos la negaban totalmente.

jueves, 6 de diciembre de 2012

DOBLE CIUDADANIA


LECCION PARA EL DOMINGO 09 DE DICIEMBRE

MATEO 22: 15 – 22
ROMANOS 13: 6-7
INTRODUCCION:
                               Los fariseos, un grupo religioso, se oponían a la ocupación romana en Palestina. Los herodianos eran un partido político judío que apoyaba a Herodes Antipas y la política instituida por Roma. Normalmente, estos dos grupos eran enemigos enconados, pero se unieron contra Jesús. Juntos, varios representantes de estos dos grupos preguntaron a Jesús en cuanto al pago de impuestos a Roma, pensando que podrían arrinconarlo. Si Jesús manifestaba estar de acuerdo con que se pagara impuestos al César, los fariseos dirían que se oponía a Dios, el único Rey que reconocían. Si Jesús decía que no debían pagar impuestos, los herodianos lo entregarían a Herodes por rebelión. A los fariseos no los impulsaba el amor a las leyes de Dios, y los herodianos no estaban motivados por el amor a la justicia romana. La respuesta de Jesús puso al descubierto sus motivos malvados y los avergonzó.
DESARROLLO:
                               Había, tres impuestos regulares que cobraba el gobierno romano. Estaba el impuesto de la tierra, que  tenían  que pagar  los labradores al gobierno, y que era un décimo del grano y un quinto del vino y del aceite que  produjeran; este impuesto se pagaba parcialmente en especie, y parcialmente en  el dinero equivalente. Estaba el impuesto sobre la renta,  que era el 1 por  ciento de los ingresos de cada persona. Estaba el impuesto de capitación, este, lo tenían que pagar todos, los varones desde la edad de 14 años hasta la de 65 años, y todas las mujeres desde los 12 hasta los 65 años; era de 1 denarius  eso era lo que Jesús llamó la moneda del tributo, y era el equivalente de unas 15 pesetas, cantidad que hay que evaluar recordando que 10 pesetas era  el jornal medio de un obrero. El impuesto que se menciona aquí era el de capitación.
La seriedad de este. ataque se muestra en el hecho de que los fariseos y los herodianos se pusieron de acuerdo para presentarlo, porque normalmente estos dos partidos eran diametralmente opuestos. Los fariseos eran los supremamente ortodoxos, que resentían el pago del impuesto a un rey extranjero como una ofensa al derecho de Dios. Los herodianos eran el partido de Herodes, rey de Galilea, que les debía su poder a los romanos, y que funcionaba mano a mano con ellos. Los fariseos  y  los  herodianos  eran  unos  cómplices  de  lo  más  extraños;  olvidaron  .sus  diferencias movidos por un odio común a Jesús y el deseo común de eliminarle. Cualquiera que insista en su manera de ver las cosas, sea cual sea., odiará a Jesús.
Después de la destrucción del templo, el gobierno romano demandó que ese impuesto se pagará al templo de Júpiter Capitolino en Roma. Está claro que esa disposición les  revolvía el estómago a todos los judíos. El asunto de los impuestos era un problema real durante el ministerio de  Jesús, y seguía siéndolo en los días de la Iglesia Primitiva.
Pero Jesús fue sabio. Pidió que le enseñaran un denarius, que estaba estampado con la efigie del emperador. El acuñar moneda era una señal de soberanía. Tan pronto como un rey subía al trono acuñaba su propia moneda. Hasta un pretendiente producía moneda para mostrar la realidad de su realeza; y esa moneda se consideraba propiedad del rey cuya imagen llevaba. Jesús preguntó de quién era la imagen de la moneda. La respuesta fue que  de César. < Bien; pues entonces dijo Jesús, devolvédsela a César; es suya. Dadle a César lo que le pertenece, y dadle a Dios lo que Le pertenece.»
En Su sabiduría incomparable, Jesús nunca estableció reglas ni normas; por eso Su enseñanza es atemporal, y nunca pierde su actualidad. Jesús siempre establecía principios. Aquí establece uno sumamente grande e importante.
Todo cristiano tiene una doble nacionalidad. Es ciudadano de un país, en el que está viviendo. A ese país le debe muchas cosas. Le debe la seguridad frente a personas sin ley que solamente puede proveer un gobierno organizado; le debe todos los servicios públicos. Para poner un ejemplo, pocas personas son lo suficientemente ricas como para  tener su propio sistema de iluminación, o de limpieza,  o de provisión  de agua.  Estos son  servicios  públicos.  En  el  estado del bienestar, el ciudadano le debe al estado todavía más: enseñanza, servicios médicos, provisión en  caso de desempleo y jubilación. Esto coloca al cristiano en una deuda de obligación. Porque el cristiano es una  persona de honor, debe ser un ciudadano responsable. El fallar como ciudadano es también fallar como cristiano.
El cristiano es también un ciudadano del Cielo. Hay asuntos de religión y dé principio en los que la responsabilidad del cristiano es para con Dios. Bien puede ser que las dos ciudadanías nunca entren en conflicto. No tienen por qué. Pero cuando el cristiano está convencido de que es la voluntad de Dios que haga algo, debe hacerlo; o si está convencido de que algo es contra la voluntad de Dios, debe oponerse a ello, y no participar en ello.
CONCLUSION:
                               Es importante analizar los motivos de nuestras discusiones teológicas. ¿Son sinceros o tienen como objetivo hacer caer a alguien en una trampa? Los líderes quieren atacar a Jesús para que cometa algún error. Pero Jesús no sucumbe ante ningún engaño. En vez de defenderse, como ellos esperaban, les responde con sabiduría divina: Si ellos pretenden una preocupación acerca de los impuestos, deben preocuparse si están sirviendo a Dios.

sábado, 1 de diciembre de 2012

UNA INVITACIÓN A CONSIDERAR


LECCION PARA EL DOMINGO 02 DE DICIEMBRE


MATEO 22: 1- 14
APOCALIPSIS 19: 7
INTRODUCCION:
                               El Padre llamó a los invitados (Israel) para que disfrutaran de las bendiciones por causa de su Hijo. Sin embargo, la nación despreció las invitaciones: el versículo 3 quizás indica la invitación de los apóstoles cuando el Señor estaba en la tierra; y los versículos 4–6 la invitación durante los primeros capítulos de Hechos, cuando el mensaje fue ofrecido nuevamente a los judíos. Israel resistió al Espíritu (Hch 7.51–52) y esto acarreó el juicio nacional, incluyendo la ruina de Jerusalén (v. 7). Entonces el Rey se volvió a los gentiles, como ocurrió en Hechos 10, después que la nación selló su decisión al matar a Esteban y perseguir a la Iglesia.

DESARROLLO:
                               Estos versículos, 1-14 de este capítulo,  no contienen una parábola, sino dos  y captaremos su significado mucho más fácilmente y de una manera más completa si las tomamos por separado.
Los acontecimientos que se relatan en la primera de las dos parábolas están totalmente de acuerdo con las costumbres judías normales. Cuando se hacían las invitaciones a una gran fiesta, como una fiesta de bodas, no se  especificaba cuándo tendría lugar; y cuando ya todo estaba preparado, se enviaban los siervos con la notificación final para decirles a los invitados que vinieran. Así que, el  rey de esta parábola hacía tiempo que había hecho las invitaciones; pero mandó aviso a los invitados de que ya podían venir cuando ya todo estuvo preparado y se negaron de una manera insultante. Esta parábola tiene dos significados.
1.- Tiene un significado claramente local: remachaba lo que ya se había dicho en la parábola de los labradores  malvados; de nuevo se trataba de una acusación a los judíos. Los invitados que se negaron a ir cuando llegó el momento representan a los judíos. Desde tiempo inmemorial Dios los había invitado a ser Su pueblo escogido; sin  embargo, cuando vino al mundo el Hijo de Dios, y fueron invitados a seguirle, se negaron despectivamente. El resultado fue que la invitación de Dios se hizo por los caminos y los senderos; y los que iban por ellos representan a los pecadores y a los gentiles que no esperaban nunca una invitación al Reino.
2.- También, esta parábola tiene mucho que decir en una escala mucho más amplia.
·         Nos recuerda que la invitación de Dios es a una fiesta tan alegre como una fiesta de bodas. Su invitación es a la alegría. El considerar el Cristianismo como una renuncia  a todo lo que trae risa y regocijo y gozosa compañía es confundir  toda su naturaleza. Es al gozo a lo que se invita al cristiano; y es el gozo lo que se pierde si se rechaza la invitación.
·         Nos recuerda que, las cosas que hacen a las personas sordas a la invitación de Cristo, no son necesariamente  cosas  malas.  Un  hombre  se  fue  a  su  hacienda;  otro,  a  sus  negocios.  No  se descarriaron por caminos de vicios  salvajes o de aventuras inmorales. Fueron a ocuparse de las excelentes tareas de la administración eficaz del negocio de su vida comercial. Es muy fácil estar tan ocupado con las cosas del tiempo que se olvidan las de la eternidad, estar tan preocupado con las cosas que se ven que se olvidan las que no se ven, escuchar las demandas insistentes del mundo que no se oye la suave invitación de la voz de Cristo. Una  persona  puede  estar  tan  ocupada  ganándose honradamente la vida que no se da cuenta de que está realmente perdiendo la vida; puede estar tan ocupada con la administración y organización de la vida que se olvida de vivir.
·         Nos recuerda que la llamada de Cristo no es tanto a considerar el castigo que se nos viene encima como a ver lo que nos perderemos si no seguimos Su camino. Los que no quisieron ir fueron castigados, pero su verdadera tragedia fue que se perdieron la alegría de una fiesta de bodas.
Fue  la gracia la que ofreció la invitación, y la que congregó a aquellos invitados.



CONCLUSION:
                         Las bodas fueron llenas de invitados. No obstante, cuando el rey entra para ver a los invitados, ve allí a un hombre que no estaba vestido de boda, al cual le dijo: “Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas el enmudeció". Esta persona aceptó la invitación, quiso participar en la fiesta, pero no se vistió apropiadamente para las bodas. Esto muestra que él no tuvo respeto hacia el rey; espiritualmente significa una vida sin cambio, sin sujeción a las normas de Dios, sin una vida santa. Es decir: algunos quieren recibir todas las bendiciones de Dios, pero no vivir conforme a su voluntad.
Estamos invitados a la fiesta de Dios, pero no podemos entrar a su reino sin estar preparados.