LECCION PARA EL DOMINGO 16 DE DICIEMBRE
MATEO 22: 23-33
1 CORINTIOS 15: 42
INTRODUCCION:
Como los
fariseos y herodianos no pudieron atrapar a Jesús, los saduceos con disimulo lo
intentaron. No creían en la resurrección porque el Pentateuco (Génesis a
Deuteronomio) no tiene una enseñanza directa al respecto. Los fariseos no
habían podido hacer uso de un argumento convincente tomado del Pentateuco para
defender la resurrección, y los saduceos pensaron que tenían atrapado a Jesús. Pero
este les demostró lo contrario.
La ley decía que
cuando el esposo moría sin dejar un hijo, el hermano soltero del hombre tenía
la responsabilidad de casarse con la viuda y cuidarla (Deuteronomio 25.5, 6).
Así protegían a esas mujeres, que por lo general no tenían otros medios para
vivir.
DESARROLLO:
¿Quiénes eran
los Saduceos? Ver al final.
Los saduceos preguntaron cómo sería el
matrimonio en la eternidad. Jesús les respondió que era más importante
comprender el poder de Dios que conocer cómo será el cielo. En cada generación
y cultura, los puntos de vista acerca del cielo o la vida eterna tienden a
basarse en imágenes y experiencias de la vida presente. Jesús manifestó que
estos puntos de vista errados, tienen como origen el desconocimiento de la
Palabra de Dios. No debemos considerar la eternidad enmarcada en nuestras ideas
ni entender a Dios en términos humanos. Debiéramos concentrarnos más en nuestra
relación con Dios que en saber cómo es el cielo. Con el tiempo lo sabremos, y
veremos que es infinitamente mejor que nuestras expectativas.
Los saduceos presentaron un problema
que ellos creían reduciría al absurdo la doctrina de la resurrección de los
muertos. Los saduceos citaron un caso de matrimonio de levirato en el que siete
hermanos fueron muriendo sucesivamente sin dejar descendencia, aunque casándose
con la misma mujer, y entonces preguntaron: «Cuando tenga lugar la Resurrección, ¿de quién será esposa la mujer
que estuvo casada con todos?» Era una trampa de pregunta.
Jesús empezó
estableciendo un principio:
Toda aquella cuestión
se basaba en
un error fundamental, el de
pensar que el Cielo es como la Tierra, y la vida en la eternidad es como la
vida en el tiempo. La respuesta de Jesús fue que cualquiera que lea las
Escrituras se dará cuenta de que ese problema no existe; porque el Cielo no va
a ser simplemente la continuación o la extensión de este mundo. Habrá
relaciones nuevas y mejores que trascenderán las relaciones físicas del tiempo.
De ahí pasó Jesús
a demoler toda la posición de los saduceos. Habían mantenido siempre que no
había ningún texto en el Pentateuco que se pudiera usar para
demostrar la Resurrección de los muertos. Ahora bien, ¿cuál era el
título más corriente de Dios en el Pentateuco? « El Dios de Abraham, y
de Isaac, y de Jacob.» Dios no puede ser
un Dios de muertos, y de cadáveres en pudrición. El Dios viviente tiene que ser
el Dios de los vivientes. La posición de los saduceos quedó demolida. Jesús
había hecho lo que no habían conseguido hacerlos rabinos más sabios. Refutó a
los saduceos con textos de la misma Escritura, y demostró que hay una vida
después de la muerte que no se puede concebir en términos terrenales. La gente
se admiró de un Hombre que era un maestro de la discusión, y hasta los mismos
fariseos tendrían que contenerse para no vitorearle.
CONCLUSION:
Es importante analizar
los motivos de nuestras discusiones teológicas. ¿Son sinceros o tienen como
objetivo hacer caer a alguien en una trampa? Los líderes quieren atacar a Jesús
para que cometa algún error. Pero Jesús no sucumbe ante ningún engaño. En vez
de defenderse, como ellos esperaban, les responde con sabiduría divina:
- Si ellos
pretenden una preocupación acerca de los impuestos, deben preocuparse si están
sirviendo a Dios.
- Si encuentran
que la resurrección no encaja con sus pensamientos terrenales, muestran que no
saben nada de la vida futura, ni conocen las Escrituras.
- Si quieren saber
cómo es el mandamiento primero (más importante), para mostrar que Jesús no está
cumpliéndolo por hacerse Hijo de Dios, muestran que ellos mismos no cumplen la
ley de Dios por su odio hacia su prójimo, Jesús.
¿QUIENES ERAN LOS
SADUCEOS?
Los saduceos no
eran muy numerosos, pero eran la clase rica, aristocrática y gobernante. Los
principales sacerdotes, por ejemplo,
eran saduceos. En política eran colaboracionistas; totalmente dispuestos a
cooperar con el gobierno romano si así podían conservar su posición y
privilegios.
Los saduceos
insistían en que la doctrina de la vida después de la muerte no se podía
demostrar con el Pentateuco. Los fariseos decían que sí, y eran curiosos
los versículos que citaban como pruebas. Citaban Números 18:28, que
dice: «Dad la ofrenda del Señor al sacerdote Aarón.» Esa es una ordenanza de
carácter permanente. El verbo está en el tiempo presente; ¡por tanto Aarón está
todavía vivo! Citaban Deuteronomio 31:16 como prueba de la
Resurrección « Y este pueblo se levantará,» aunque la segunda mitad del
versículo prosigue: «para prostituirse tras los dioses ajenos de la tierra.»
Citaban Deuteronomio 32:39: «Yo hago morir, y Yo hago vivir.» Fuera del
Pentateuco citaban Isaías 26:19: «Tus muertos vivirán.» No se puede
decir que ninguna de las citas de los fariseos fuera concluyente; y no se había
podido presentar nunca ningún argumento real a favor de la Resurrección de los
muertos basado en el Pentateuco.
Los fariseos
insistían mucho en la resurrección del cuerpo. Discutían detalles rebuscados,
tales como si se resucitaría vestido o desnudo; si vestido, ¿resucitaría uno
con la ropa que tenía puesta cuando murió, o con otra? Usaban 1 Samuel 28:14
(el pasaje de la pitonisa de Endor que hizo subir el espíritu de Samuel a
petición de Saúl) para demostrar que
después de la muerte las personas conservan la apariencia que tuvieron en este
mundo. Hasta discutían si las personas resucitaban con los defectos físicos;
¡si no fuera así, no serían las mismas personas! Todos los judíos resucitarían
en la Tierra Santa, así es que decían que había pasillos bajo la tierra y,
cuando enterraban a un judío en una tierra extranjera, su cuerpo venía rodando
por esos pasillos hasta la patria. Los fariseos mantenían como doctrina
fundamental la Resurrección corporal de los muertos. Los saduceos la negaban
totalmente.
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