miércoles, 12 de diciembre de 2012

EN EL CIELO NO ES COMO EN LA TIERRA


LECCION PARA EL DOMINGO 16 DE DICIEMBRE

MATEO 22: 23-33
1 CORINTIOS 15: 42
INTRODUCCION:
                                   Como los fariseos y herodianos no pudieron atrapar a Jesús, los saduceos con disimulo lo intentaron. No creían en la resurrección porque el Pentateuco (Génesis a Deuteronomio) no tiene una enseñanza directa al respecto. Los fariseos no habían podido hacer uso de un argumento convincente tomado del Pentateuco para defender la resurrección, y los saduceos pensaron que tenían atrapado a Jesús. Pero este les demostró lo contrario.
La ley decía que cuando el esposo moría sin dejar un hijo, el hermano soltero del hombre tenía la responsabilidad de casarse con la viuda y cuidarla (Deuteronomio 25.5, 6). Así protegían a esas mujeres, que por lo general no tenían otros medios para vivir.

DESARROLLO:
                                   ¿Quiénes eran los Saduceos? Ver al final.
 Los saduceos preguntaron cómo sería el matrimonio en la eternidad. Jesús les respondió que era más importante comprender el poder de Dios que conocer cómo será el cielo. En cada generación y cultura, los puntos de vista acerca del cielo o la vida eterna tienden a basarse en imágenes y experiencias de la vida presente. Jesús manifestó que estos puntos de vista errados, tienen como origen el desconocimiento de la Palabra de Dios. No debemos considerar la eternidad enmarcada en nuestras ideas ni entender a Dios en términos humanos. Debiéramos concentrarnos más en nuestra relación con Dios que en saber cómo es el cielo. Con el tiempo lo sabremos, y veremos que es infinitamente mejor que nuestras expectativas.
            Los saduceos presentaron un problema que ellos creían reduciría al absurdo la doctrina de la resurrección de los muertos. Los saduceos citaron un caso de matrimonio de levirato en el que siete hermanos fueron muriendo sucesivamente sin dejar descendencia, aunque casándose con la misma mujer, y entonces preguntaron: «Cuando tenga lugar la  Resurrección, ¿de quién será esposa la mujer que estuvo casada con todos?» Era una trampa de pregunta.
            Jesús  empezó  estableciendo  un  principio:  Toda  aquella  cuestión  se  basaba  en  un  error fundamental, el de pensar que el Cielo es como la Tierra, y la vida en la eternidad es como la vida en el tiempo. La respuesta de Jesús fue que cualquiera que lea las Escrituras se dará cuenta de que ese problema no existe; porque el Cielo no va a ser simplemente la continuación o la extensión de este mundo. Habrá relaciones nuevas y mejores que trascenderán las relaciones físicas del tiempo.
De ahí pasó Jesús a demoler toda la posición de los saduceos. Habían mantenido siempre que no había ningún  texto  en el Pentateuco que se pudiera usar para demostrar la Resurrección de los muertos. Ahora bien, ¿cuál era  el  título más corriente de Dios en el Pentateuco? « El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob.» Dios no puede  ser un Dios de muertos, y de cadáveres en pudrición. El Dios viviente tiene que ser el Dios de los vivientes. La posición de los saduceos quedó demolida. Jesús había hecho lo que no habían conseguido hacerlos rabinos más sabios. Refutó a los saduceos con textos de la misma Escritura, y demostró que hay una vida después de la muerte que no se puede concebir en términos terrenales. La gente se admiró de un Hombre que era un maestro de la discusión, y hasta los mismos fariseos tendrían que contenerse para no vitorearle.

CONCLUSION:
                        Es importante analizar los motivos de nuestras discusiones teológicas. ¿Son sinceros o tienen como objetivo hacer caer a alguien en una trampa? Los líderes quieren atacar a Jesús para que cometa algún error. Pero Jesús no sucumbe ante ningún engaño. En vez de defenderse, como ellos esperaban, les responde con sabiduría divina:
- Si ellos pretenden una preocupación acerca de los impuestos, deben preocuparse si están sirviendo a Dios.
- Si encuentran que la resurrección no encaja con sus pensamientos terrenales, muestran que no saben nada de la vida futura, ni conocen las Escrituras.
- Si quieren saber cómo es el mandamiento primero (más importante), para mostrar que Jesús no está cumpliéndolo por hacerse Hijo de Dios, muestran que ellos mismos no cumplen la ley de Dios por su odio hacia su prójimo, Jesús.

¿QUIENES ERAN LOS SADUCEOS?
Los saduceos no eran muy numerosos, pero eran la clase rica, aristocrática y gobernante. Los principales  sacerdotes, por ejemplo, eran saduceos. En política eran colaboracionistas; totalmente dispuestos a cooperar con el gobierno romano si así podían conservar su posición y privilegios.
Los saduceos insistían en que la doctrina de la vida después de la muerte no se podía demostrar con el  Pentateuco.  Los fariseos decían que sí, y eran curiosos los versículos que citaban como pruebas. Citaban Números 18:28, que dice: «Dad la ofrenda del Señor al sacerdote Aarón.» Esa es una ordenanza de carácter permanente. El verbo está en el tiempo presente; ¡por tanto Aarón está todavía vivo! Citaban Deuteronomio 31:16 como prueba de  la  Resurrección « Y este pueblo se levantará,» aunque la segunda mitad del versículo prosigue: «para prostituirse tras los dioses ajenos de la tierra.» Citaban Deuteronomio 32:39: «Yo hago morir, y Yo hago vivir.» Fuera del Pentateuco citaban Isaías 26:19: «Tus muertos vivirán.» No se puede decir que ninguna de las citas de los fariseos fuera concluyente; y no se había podido presentar nunca ningún argumento real a favor de la Resurrección de los muertos basado en el Pentateuco.
Los fariseos insistían mucho en la resurrección del cuerpo. Discutían detalles rebuscados, tales como si se resucitaría vestido o desnudo; si vestido, ¿resucitaría uno con la ropa que tenía puesta cuando murió, o con otra? Usaban 1 Samuel 28:14 (el pasaje de la pitonisa de Endor que hizo subir el espíritu de Samuel a petición de Saúl)  para demostrar que después de la muerte las personas conservan la apariencia que tuvieron en este mundo. Hasta discutían si las personas resucitaban con los defectos físicos; ¡si no fuera así, no serían las mismas personas! Todos los judíos resucitarían en la Tierra Santa, así es que decían que había pasillos bajo la tierra y, cuando enterraban a un judío en una tierra extranjera, su cuerpo venía rodando por esos pasillos hasta la patria. Los fariseos mantenían como doctrina fundamental la Resurrección corporal de los muertos. Los saduceos la negaban totalmente.

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