lunes, 25 de febrero de 2013

RESPONDIENDO A LA CONFIANZA ENTREGADA



LECCION PAR EL DOMINGO 03 DE MARZO DE 2013


MATEO 25: 14-23
1 CORINTIOS 4: 2
INTRODUCCION:
                               Como la parábola anterior, esta tenía una lección inmediata para los que la oyeron por primera vez, y toda una  serie de lecciones para nosotros hoy. Se la conoce como La Parábola de los Talentos.
El principio de la parábola describe a un individuo con propiedades que está por emprender un viaje.  Antes de hacerlo confía sus bienes a sus siervos. En esta parábola no es una viña lo que les confía, sino dinero (v. 27), específicamente “talentos”.

DESARROLLO:
                               Básicamente un “talento” es una medida de peso. Se usa también para indicar una unidad monetaria. El valor difería de un lugar a otro y de una época a otra, y también dependía del metal que se usaba, fuese cobre, plata u oro. Ya se ha señalado (véase sobre 18:24) que un talento ático valía no menos de seis mil denarios. Un trabajador ordinario necesitaría casi veinte años para ganarse uno. Por lo tanto es claro que en esta parábola estamos tratando de un rico hombre de negocios. Naturalmente, no quiere que su dinero esté ocioso durante su ausencia. Debe ser usado de modo que obtenga una ganancia. El dueño de toda esta riqueza no sólo es rico sino también sagaz. Comprende que no todos sus siervos (o “esclavos”) tienen la misma habilidad en los negocios. Así que, calculando la habilidad de cada hombre, deja a un siervo cinco talentos, a otro dos y a otro uno. Luego emprende el viaje.
Impulsado indudablemente por las órdenes que habían recibido de su amo, por la confianza que él había puesto en ellos, y por el conocimiento de que un día tendrían que darle cuentas, el primero y el segundo siervos usaron las sumas que se les confiaron en forma tan efectiva que en cada caso la suma fue duplicada.
                Cuando volvió el amo se llevó a cabo una rendición de cuentas: V. 19. Largo tiempo después el amo de estos siervos vino y arregló cuentas con ellos. Esto de arreglar cuentas entre los siervos y sus amos ha sido mencionado en otras parábolas; véase sobre 18:23; cf. 21:34; Lc. 19:15. Siempre era el deber de los siervos recordar o tener presente el día del regreso de su amo, cuando se realizaría el ajuste de las cuentas. ¿Pensó el siervo negligente que su amo no volvería jamás? ¡Qué acción completamente irresponsable la suya!
¿O diremos “falta de acción”? Bueno, en un sentido ambas cosas. Nótese especialmente que el regreso del señor ocurrió “mucho tiempo después”, una expresión que se considerará nuevamente cuando se señale el sentido figurado de la parábola.
LEER Vv 20-23
El primer siervo, al traer su informe entrega a su amo dos bolsas llenas de dinero, cada una con cinco talentos.
“Bien hecho”, responde el amo. También se puede traducir: “Excelente” o “maravilloso”.
Nótese también que el siervo es llamado bueno y fiel. Ante los ojos de su amo este hombre había demostrado ser completamente digno de confianza. En consecuencia, iba a tener parte en la fiesta de su amo.
Da gusto notar que cuando el segundo siervo, con su rostro resplandeciente con un gozo similar, viene, entrega a su amo los dos talentos y luego los otros dos, con el sólo cambio de “dos” en lugar de “cinco” en ambas oraciones, pronuncia las mismas palabras y recibe un elogio igual. ¿No ha duplicado también la suma? ¿No ha añadido 100% a lo que le había sido confiado? Por lo tanto, él también es bueno y fiel, tan excelente como el primer siervo.
Lo que importaba era esa integridad moral y lealtad que había mostrado. Así que él también va a tener parte en la felicidad de su amo. Podemos imaginar una fiesta en que los tres el amo y estos dos siervos buenos y fieles se dicen entre sí las cosas que han ocurrido, regocijándose por las empresas de negocios que han llevado a cabo en forma tan exitosa, pero  especialmente participando cada uno en el gozo del otro.

CONCLUSION:
                                El amor nos impulsa de acuerdo a nuestros talentos a hacer cosas para el Señor. En la parábola de los talentos, Jesús elabora el tema de las últimas palabras del cap. 24 sobre el siervo fiel y el negligente. Podemos mostrar que esperamos el retorno de Jesús siendo productivos por propia iniciativa. En el juicio final, Jesús castiga a aquellos que habían sido malos y negligentes, que no conocían el amor del Señor y que han pensado que el Señor es duro y exigente. Portarse mal no consiste necesariamente en hacer cosas malas, sino en fallar en hacer cosas buenas por falta de amor por el Señor. Al aplicar esto en nuestras vidas, podemos pensar en la pregunta: ¿Hemos compartido la Palabra del Señor con los demás? ¿Hemos sido creativos en la forma de expresar nuestro amor por el Señor o no hemos hecho nada, y esto debido a que nuestra relación con el Señor ha sido quebrantada?
Entonces lo esencial de la parábola es esto: Cada uno debe ser fiel en el uso de las oportunidades de servicio que el Señor le ha dado. Estas oportunidades otorgadas a cada uno en conformidad con su capacidad (dada por Dios), por gratitud a Dios debieran ser mejoradas de tal modo que se promueva la gloria del Dios Trino, se extienda su reino y se beneficien sus “pequeños”. La negligencia se castiga; la diligencia se recompensa.

martes, 19 de febrero de 2013

NO ESTEIS DESPREVENIDOS

LECCION PARA EL DOMINGO 24 DE FEBRERO DE 2013



MATEO 25: 1-13
1 TESALONICENSES 5: 6
INTRODUCCION:
                               Jesús narró las parábolas siguientes para clarificar aún más lo que significa estar listo para su regreso y cómo vivir hasta que Él venga. En la historia de las diez vírgenes (25.1–13), se nos enseña que cada persona tiene que ocuparse de su condición espiritual. La parábola de los talentos (25.14–30) nos enseña la necesidad de usar bien lo que Dios nos ha confiado. La enseñanza de las ovejas y cabritos (25.31–46) enfatiza la importancia de servir a los que están en necesidad. Ninguna parábola por sí misma describe completamente cómo debemos prepararnos. Pero cada una de ellas pinta una parte del cuadro.
DESARROLLO:
                               Esta parábola tiene que ver con un matrimonio. En la cultura judía, una pareja mantenía su noviazgo por largo tiempo antes de contraer nupcias y la promesa de compromiso era un pacto similar a los votos del matrimonio. En el día de las bodas el novio iba a la casa de la novia para la ceremonia; luego la pareja, formando parte de un gran desfile, regresaba a la casa del novio donde tenía lugar una fiesta que con frecuencia duraba toda una semana. Estas diez vírgenes estaban esperando para desfilar y aguardaban participar en el banquete de bodas. Pero cuando el novio se retrasó, cinco de ellas dejaron que sus lámparas se quedaran sin aceite. Mientras iban a buscar aceite, se les hizo tarde y no pudieron participar en la fiesta.
 Cuando Jesús vuelva para llevar a su pueblo al cielo, debemos estar listos. La preparación espiritual no puede comprarse ni prestarse a último minuto. Nuestra relación con Dios debe ser propia.
                Mientras que la revelación completa de la Iglesia y de Cristo como el Esposo no se iba a realizar hasta más tarde, los discípulos no sabían que la relación de Cristo a los suyos era la de un Esposo. (Véanse Mt 9.15 y Jn 3.29.) En 25.1 tenemos separación (había vírgenes); iluminación o testimonio (tenían lámparas, Flp 2.15–16); y expectación, puesto que fueron a esperar la llegada del novio. ¿No es este un cuadro de lo que la Iglesia debería estar haciendo hoy en día? Sin embargo, dentro del grupo había quienes no estaban preparadas, precisamente así como en «la Iglesia» (la cristiandad) hoy. Por supuesto, todos los creyentes están en la verdadera Iglesia y están listos para el cielo. Sin embargo, en la iglesia profesante, según la vemos, hay muchos que aparentan ser cristianos, pero que nunca han nacido de nuevo. Como dice Mateo 13, son cizaña entre el trigo.
Han pasado casi dos mil años desde que Cristo prometió regresar, y durante este tiempo la Iglesia se ha puesto a dormir. Los cristianos de este siglo han despertado a la gran verdad de la venida de Cristo y el clamor ha surgido: «¡Aquí viene el Esposo!» (v. 6).
No es necesario lograr que cada detalle de esta parábola signifique algo. El aceite quizás se refiera al Espíritu Santo, el cual todo verdadero creyente tiene dentro de sí (Ro 8.9). La principal lección de Cristo en esta parábola es: ¡Estén listos y alertas! Cuando Él regrese nos sorprenderemos al hallar que algunos de los que pensábamos que eran verdaderos cristianos, no estaban en ninguna manera preparados.
Como tantas parábolas de Jesús, esta tiene un sentido inmediato y local, y también un sentido más amplio y universal.
En su significado inmediato, iba dirigida a los judíos. Ellos eran el pueblo elegido de Dios; toda su historia debiera haber sido una preparación para la venida del Hijo de Dios; deberían haber estado preparados para cuando Él viniera. Pero, por el contrario: estaban totalmente desprevenidos, y por
tanto  se  encontraron  excluidos.  Aquí  tenemos,  en  forma  dramática,  la  tragedia  de  la  falta  de preparación de los judíos.
Pero la parábola tiene al menos dos advertencias universales.
1.- Nos  advierte  que  hay  ciertas  cosas  que  no  se  pueden  obtener  en  el  último  minuto.  Es demasiado tarde para un estudiante el preparar los exámenes la noche antes. Es demasiado tarde para una persona el adquirir la habilidad o el carácter, si no los posee anticipadamente, cuando se le presenta la oportunidad de un buen trabajo. También es fácil dejar las cosas para tan tarde que ya no nos podemos preparar para encontrarnos con Dios. Cuando María de Orange estaba muriendo, su capellán trató de hablarle del camino de la salvación. Ella contestó: «No he dejado esa cuestión para esta hora.» Llegar, demasiado tarde es siempre una tragedia.

2.- Nos advierte que hay ciertas cosas que no se pueden pedir prestadas. A las chicas simples les resultó imposible conseguir aceite prestado cuando descubrieron que les hacía falta. No se puede recibir prestada una relación con Dios. Cada cual debe poseerla por sí. No se puede pedir prestado un carácter. Se tiene que llevar puesto. No podemos estar viviendo siempre de prestado del capital espiritual que  han  reunido otros: Hay  ciertas cosas  que  tenemos  que ganarnos  o adquirir  por nosotros mismos, porque no nos las pueden prestar otros.
No hay  toque  de  difuntos  más  cargado  de  remordimiento  que  el  sonido  de  las  palabras «¡Demasiado tarde!»
CONCLUSION:
                               Sigamos esperando a Jesús aunque su retorno nos parezca un suceso demasiado lejano. En Mateo 25, Jesús continúa con su discurso sobre el fin del mundo. En este capítulo hace mucho hincapié en la posibilidad de que su venida pueda demorar. Jesús advierte en la parábola de las 10 vírgenes que en el momento de su regreso no todos estarán preparados. Tenemos que tomar medidas a largo plazo, saber que su venida puede tardar, y actuar conforme a este conocimiento, esperándole siempre.


























miércoles, 13 de febrero de 2013

EL DIA Y LA HORA NO SE CONOCEN


LECCION PARA EL DOMINGO 17 DE FEBRERO DE 2013


MATEO 24: 40-51
1 TESALONISENCES 4: 16
INTRODUCCION:
                               Cuando el juicio de Dios viene en la tribulación, uno será tomado (en juicio), pero otro será dejado en la tierra para entrar en el reino glorioso. Su exhortación final es que el creyente esté velando. Nosotros, como cristianos, no buscamos señales, sino a Él, una Persona (Flp 3.20). Sin embargo, por el giro que vemos en las condiciones del mundo, sabemos que su venida está cerca.

DESARROLLO:
                               Las tres parábolas de esta sección, (24.45–25.30), se refieren a la cristiandad cuando Cristo vuelva por su Iglesia (1 Ts 4.13–18). Abarca el mismo grupo mixto como Mateo 13: cristianos verdaderos y falsos, todos profesando conocer a Cristo. Esta sección pinta a Cristo como retrasando su venida (24.48; 25.5, 19), de modo que no puede encajar en los siete años de la tribulación que vimos en la sección anterior. No hay mención de señales; porque si las hubieran, ¡la gente sabría cuándo Él va a estar a punto de regresar y se prepararía! Estas parábolas describen las actitudes de los cristianos profesantes y nos exhortan a todos a estar listos y preparados para su venida. Algunos cristianos se avergonzarán cuando Él regrese.
Si el día y la hora de la Segunda Venida de Cristo no los conoce nadie más que Dios, entonces toda la vida debe ser una constante preparación para ese acontecimiento.
1.- El vivir descuidadamente invita el desastre. Un ladrón no manda una carta diciendo cuándo va a asaltar una casa; su arma principal para llevar a cabo su empresa inicua es la sorpresa; por tanto, un propietario que tiene cosas de valor en casa debe estar en guardia constantemente. Pero, para ver la escena que se nos muestra, debemos recordar que la vigilancia del cristiano que espera la Segunda Venida de Cristo no debe estar inspirada por el terror y la aprensión, sino por la anhelante expectación de Su venida en gloria y alegría.

2.- El espíritu que conduce al desastre es el que dice que hay tiempo de sobra. Es el cómodo engaño del servidor el pensar que siempre tendrá tiempo para poner las cosas en orden antes que vuelva su amo.
                Hay una fábula que cuenta los planes de tres aprendices de diablos que venían a la Tierra a hacer prácticas. Estaban hablando con Satanás, el jefe de los diablos, de lo que harían para tentar y perder a la gente. El primero dijo: «Les diré que Dios no existe.» Satanás le contestó: «Eso no engañará a muchos, porque saben de sobra que hay Dios.» El  segundo dijo: «Les diré que no hay infierno.» Satanás le contestó: « No engañarás a nadie con eso, porque los humanos saben muy bien ya que el pecado conduce al infierno.» El tercero dijo: «Les diré que no tengan prisa.»  «¡Adelante -le contestó Satanás-, porque tú vas a hacer que se pierdan a millares!» El más peligroso de todos los engaños es que hay tiempo de sobra para todo. El día más peligroso de la vida de una persona es cuando aprende  que hay tal palabra como  mañana. Hay cosas que no se pueden dejar para mañana, porque no se sabe si habrá tal día para uno.

3.- Se despide al que no cumple con su deber, y se recompensa al que cumple fielmente. El servidor que  cumplió con su deber  fielmente recibió una responsabilidad todavía mayor; y el que falló, recibió su merecido. La  conclusión inevitable es que debemos procurar que cuando vuelva Jesucristo no nos encuentre ocupados en nada mejor ni mayor que en cumplir con nuestro deber.
                Hay un canto espiritual negro que dice:
Hay un Rey y Gran General, que está a punto de llegar, y me hallará sacando algodón cuando venga. Ya se oyen Sus legiones a la carga. En los campos del cielo, y me hallará sacando algodón cuando venga. Hay un Hombre al que echaron a la cuneta, y le torturaron hasta matarle, y me hallará sacando algodón cuando venga. Fue odiado y rechazado, burlado y crucificado, y me hallará sacando algodón cuando venga. ¡Cuando venga, cuando venga! Le coronarán los santos y los ángeles cuando venga, y le gritarán ¡Hosanna! al Hombre Que negaron los hombres. Y yo me arrodillaré entre mi algodón cuando venga.

CONCLUSION:
                               Si uno está cumpliendo con su deber, por muy sencillo que este sea, el día que Cristo vuelva será un día de alegría y de gloria para él.

martes, 5 de febrero de 2013

LA VENIDA DEL REY


LECCION PARA EL DOMINGO 10 DE FEBRERO DE 2013


MATEO 24: 29-39
ISAIAS 13: 9
INTRODUCCION:
                               Habrá disturbios en los cielos (Jl 3.11–21) y después aparecerá la señal de su venida. No se nos dice en qué consistirá esa señal. Algunos creen que es la gloria shekiná que una vez reposó en el tabernáculo y en el templo. Cristo entonces vendrá a la tierra con sus santos, para establecer su reino prometido. Habrá gran lamentación (Zac 12.10; Ap 1.7). Este es un regreso público, no es secreto. Y viene como Rey, no como Esposo. El ministerio de ángeles reunirá a Israel. (Para la reunión de Israel, véanse Is 11.11–12; 27.12–13; Dt 30.1–5.) En ese tiempo Israel recibirá a Cristo, ahora purgado de pecado e incredulidad, y la nación será el centro del reino. También tendrá lugar el juicio de los gentiles (Mt 25.31–46).

DESARROLLO:
                               Debemos, a raíz de todos estos acontecimientos y antes de seguir adelante,  pensar en lo siguiente:
Así como Cristo vivió su tiempo de angustia y sufrimiento; así como Israel ha vivido y vivirá tiempos de angustia, (abominación desoladora), la iglesia también debe pasar por este período, en el cual ya está la iglesia; pero lo que mas preocupa es que la iglesia no se ha dado cuenta el tiempo que está viviendo. (Leyes que contradicen la verdad de Dios, la inmoralidad cabalga sobre lo moral, la injusticia sobre la justicia, la mentira sobre la verdad). Por lo tanto, el llamado es a buscar al Señor con urgencia, en oración, para lograr con su ayuda pasar este tiempo difícil.
                También debemos considerar, contra la opinión de muchos sabios, según el mundo,  lo siguiente:

1.- Que Dios no ha abandonado al mundo; a pesar de toda su maldad, el mundo sigue siendo  el  escenario  en  el  que  el  propósito  de  Dios  se  desarrolla.  Dios  no  tiene  intención  de abandonar, sino de intervenir.

2.- Que ni siquiera la multiplicación dé maldad nos debe desanimar. Una parte esencial del cuadro judío del Día del Señor, es que un derrumbamiento total de todos los niveles morales y una, al parecer, completa desintegración del mundo lo precederían. Pero, a pesar de todo, este no es el preludio de la destrucción, sino de la re-creación.
3.- Que tanto el juicio como una nueva creación son seguros.

4.- Que Dios contempla el mundo con justicia y con misericordia.

5.- Y que Dios no tiene el propósito de desaparecer el mundo, sino el de crear un mundo nuevo que esté más cerca de Su corazón.

Y todo esto nos habla solo de una  cosa:

DEL INCOMPARABLE E INAGOTABLE  AMOR DE DIOS

Vv 30ss
                No se nos dice cuál será la señal del Hijo del Hombre, sea cual fuere será evidente para todos cuando aparezca. Harán duelo todas las tribus de la tierra, y ello indudablemente por haberlo rechazado. Pero principalmente se lamentarán las tribus de la tierra, esto es, las doce tribus de Israel; leer Zacarias 12: 10.
Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. ¡Qué momento más maravilloso! Aquel que fue escupido y crucificado, será reconocido como el Señor de la vida y de la gloria. El gentil y humilde Jesús aparecerá como Jehová mismo. El cordero sacrificial descenderá como el León conquistador. El menospreciado carpintero de Nazaret vendrá como Rey de reyes y Señor de señores. Sus carros serán las nubes del cielo. Vendrá en poder y esplendor regio: será el momento por el que la creación ha estado gimiendo durante miles de años.
                Cuando descienda, enviará Sus ángeles por toda la tierra, los cuales reunirán  a Sus escogidos, al Israel creyente, a la tierra de Palestina. Se reunirán de toda la tierra para saludar a  Su Mesías y para gozar de Su glorioso reinado.
                Ya hemos visto que la higuera representa a la nación de  Israel, (21: 18-22). Después de cientos de años, en 1948, Israel volvió a ser una nación. Espiritualmente,  la nación sigue siendo estéril y fría,; no hay fruto para Dios. Pero nacionalmente, podríamos decir  que su rama está verde y tierna.
 Leer v 33.
La restitución de Israel como nación significa, no solo que está cerca el comienzo de la tribulación, sino que el Señor mismo está cerca. Si la venida de Cristo  para reinar está tan cerca, ¡Cuánto  mas inminente el Arrebatamiento de la iglesia! Si ya vemos las sombras de los acontecimientos que han de preceder a Su manifestación en gloria, ¿Cuánto más cercanos estamos a la primera fase de su advenimiento? (1 Tesal 4: 13-18).
Leer v 34.
La explicación que más consenso  ha generado, es que generación debiera ser comprendido como raza. Esta es una traducción legítima del término griego: significa gente de un mismo grupo, raza o familia. De modo que Jesús está prediciendo que la raza Judía  sobreviviría para ver el cumplimiento de todas estas cosas. Su persistencia continuada a pesar de atroces persecuciones, es un milagro de la historia.
CONCLUSION:
                               El que no pone atención a las señales del retorno de Cristo, no estará preparado cuando Él venga. El tiempo del diluvio es muy significativo para la generación de hoy. Lo malo de la gente en los días de Noé fue que ocupaba todo su tiempo en cosas triviales, sin poner atención alguna en la predicación del juicio. Al igual que en aquel entonces, la gente de hoy -lamentablemente también entre los creyentes- está echando raíces en este mundo materialista, sin estar atenta a las señales que anticipan el retorno de nuestro Señor, mostrando así desinterés en su venida.