lunes, 25 de marzo de 2013

LA PASION Y MUERTE DEL REY



LECCION PARA EL DOMINGO 31 DE MARZO DE 2013
MATEO 26: 1 – 5
HECHOS 2: 23
INTRODUCCION:
                        Por cuarta y última vez en este evangelio, nuestro Señor advirtió a Sus discípulos acerca de que debía morir, (16: 21; 17:23; 20:18). Su anuncio implicaba una estrecha relación entre la pascua y Su crucifixión.
            Por lo tanto, comienza aquí la narración de la pasión y muerte de nuestro Señor. Esta narración ocupa un espacio muy considerable en los cuatro evangelios, de modo que se nos dan más detalle de esto que de todo lo demás de su vida. En el presente capítulo tenemos:
·         El complot contra Jesús.
·         Su unción en Betania.
·         La institución de la Cena del Señor.
·         El anuncio de las negaciones de Pedro.
·         La oración agónica en Getsemaní
·         El arresto de Jesús.
·         Su presentación ante el Sanedrín.
·         La triple negación de Pedro.
Después de Lucas 1, este es el capítulo más largo del Nuevo Testamento.

DESARROLLO:
                        Sin darse cuenta, los judíos, este año la pascua iba a hallar su verdadero significado. Por fin había llegado el Cordero Pascual y pronto iba a hacer inmolado.
            Es increíble que los guías religiosos de Israel tomasen la iniciativa de tramar la muerte de su Mesías. Debieron haber sido los primeros en reconocerlo y entronizarlo. En lugar de ello, constituyeron la vanguardia de Sus enemigos.

¿Qué era la pascua judía?
Vv 1, 2. Sucedió que cuando Jesús hubo acabado todas estas palabras, dijo a sus discípulos: Vosotros sabéis que después de dos días se celebra la Pascua; entonces el Hijo del hombre es entregado para ser crucificado.
La pascua judía recuerda la salida del pueblo de Israel de la esclavitud Egipto. Fue la oportunidad en que Dios le habla a Moisés  para que le comunique al pueblo que esa noche, sacrifiquen un cordero y con la sangre de este pinten los dinteles de las puertas de cada casa de los judíos, pues el ángel de la muerte pasará hiriendo de muerte a todos los primogénitos, tanto de hombres como de bestias, pero no pasará sobre las casas que tengan sus dinteles pintados con la sangre del cordero sacrificado. Leer Éxodo 12: 1-28.
Ahora, Los últimos pocos días Jesús, había estado actuando de una manera tan magníficamente desafiante  que ellos podrían haber pensado que Jesús se proponía desafiar a las autoridades judías; pero aquí, una vez más, Jesús deja bien claro que Su destino es la Cruz.
Lo que menos toleraban los romanos eran los desórdenes sociales. Si había el más mínimo levantamiento, Caifás perdía el puesto. En el tiempo de la Pascua la atmósfera de Jerusalén estaba de lo más cargada. La ciudad estaba abarrotada de gente. Josefo nos cuenta una ocasión en la que se hizo un censo de los presentes (Josefo, Guerras de los judíos, 6.9.3). Sucedió de la siguiente manera.
El Gobernador de aquel tiempo era Cestio, que presintió que Nerón no tenía idea del número de judíos ni de los  problemas que se le planteaban a un gobernador. Así es que le pidió al sumo sacerdote que hiciera un censo de los corderos que se sacrificaban en una cierta Pascua. Se descubrió que en aquella ocasión el número de corderos sacrificados ascendió a 256,500. Según el cálculo que Josefo habría en Jerusalén para aquella Pascua no menos de dos millones y tres cuartos de personas.
CONCLUSION:
                        En los capítulos anteriores Jesús había hablado sobre su difícil, pero al final glorioso futuro. Para recibir el reino de la mano de su Padre debe, en primer lugar, morir. Ahora Jesús menciona también la fecha de su muerte: "dentro de dos días, en la fiesta de la pascua". Eso es notable, aunque a primera vista no parece lógico. Los Romanos no están interesados en Jesús, y los judíos no quieren que Jesús muera durante esta fiesta para que no haya alboroto en el pueblo. Por lo tanto, es evidente que Dios mismo es quien determina cuando su Hijo morirá. Jesús morirá en esta fiesta, para que sea el verdadero cordero pascual.






lunes, 18 de marzo de 2013

SED BONDADOSOS


LECCIÓN PARA EL DOMINGO 24 DE MARZO DE 2013


MATEO 25: 41-46
SANTIAGO 2:13
INTRODUCCION:
                        Como ya vimos en la lección anterior, el Rey sitúa a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Luego invita a las ovejas a entrar en Su glorioso reino… preparado desde antes de la fundación del mundo. La razón que da es que le alimentaron cuando tenía hambre, le dieron de beber cuando tenía sed, lo acogieron cuando fue forastero, lo vistieron cuando estuvo desnudo, le visitaron en la enfermedad y acudieron a el cuando estuvo en la cárcel. Al escuchar esto, las ovejas, profesan ignorancia de haber jamás mostrado tal bondad al Rey; ni siquiera había estado sobre la tierra en la generación de ellos. Él les explica que al actuar bondadosamente para con uno de estos mis hermanos más pequeños, habían actuado bondadosamente para con El.
DESARROLLO:
                        Ahora, en esta sección final del capítulo 25, a los cabritos injustos se les ordena que se aparten de El al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, por cuanto dejaron de cuidar de El, durante el terrible tiempo de la angustia de Jacob. Cuando ellos se excusen diciendo que nunca lo habían visto, les recordará que su falta de cuidado acerca de sus seguidores, constituía una falta de cuidado contra El mismo.
Hay ciertas cosas que esta parábola nos enseña acerca de la ayuda que debemos prestar a otros.
1.      Debe ser la ayuda en cosas sencillas. Las cosas que Jesús escoge mencionar -dar una comida a un hambriento, o algo de beber a un sediento, recibir a un forastero, animar a un enfermo, visitar a un preso- son  cosas que cualquiera puede hacer. No se trata de dar millones de pesos, ni de escribir nuestros nombres en los anales de la Historia; sino de prestar una sencilla ayuda a personas que nos encontramos todos los días. No hay ninguna otra parábola que le abra el camino de la gloria de tal manera a la gente sencilla.
2.      Debe ser una ayuda desinteresada. Los que la prestaron no lo hicieron pensando que estaban ayudando a Cristo o haciendo méritos para la eternidad; ayudaban porque no podían hacer menos. Era la reacción natural, instintiva,  totalmente desinteresada, del corazón amante. Mientras que, por la otra parte, la actitud de los que dejaron de  ayudar era: < Si hubiéramos sabido que eras Tú, Te habríamos ayudado con mil amores; pero creímos que era simplemente una persona corriente que no valía la pena ayudar.» Sigue siendo verdad que hay algunos que ayudarían si hubieran de recibir por ello alabanzas y gracias y publicidad; pero ayudar de esa manera no es ayudar; es  apilarse méritos. No es prestar por generosidad, sino por egoísmo disfrazado. La ayuda que obtiene la aprobación de Dios es la que se da nada más que para ayudar.
3.   Jesús nos coloca cara a cara con la maravillosa verdad de que toda ayuda de esta clase que prestemos a nuestros semejantes se Le da a Él, y toda la ayuda que se niega, se Le niega a Él. ¿Cómo puede ser esto? Si de veras queremos alegrar el corazón de un padre, si de veras queremos moverle a gratitud,  la mejor manera de hacerlo es ayudando a uno de sus hijos. Dios es el gran Padre; y la manera de alegrar el corazón de Dios es ayudando a Sus hijos, nuestros semejantes.
CONCLUSION:
                        Para concluir, el juicio de los gentiles nos recuerda de manera enérgica que Cristo y Su pueblo son uno; lo que les afecta a ellos le afecta a El. Tenemos una gran posibilidad de mostrar bondad para con El, mostrándola a aquellos que le aman

lunes, 11 de marzo de 2013

CRISTO EL JUEZ JUSTO


LECCION PARA EL DOMINGO 17 DE MARZO DE 2013


MATEO 25: 31-40
 HEBREOS 10:24
INTRODUCCION:
                                   La gente confunde este pasaje al llamarlo «el juicio general», pensando que es lo mismo que el juicio del gran trono blanco de Apocalipsis 20.1–15. En la Biblia no hay tal cosa como juicio general. Los santos verán sus obras juzgadas en el Tribunal de Cristo inmediatamente después del Arrebatamiento (2 Co 5.1–10). Los muertos no salvos serán revivificados para enfrentar a Cristo en el juicio ante el gran trono blanco, al final de los mil años del reino de Cristo (Ap 20.1–15). Este juicio es el de las naciones gentiles, al final de la gran tribulación.
DESARROLLO:
                                   Dios prometió, en su pacto con Abraham, que todas las naciones de la tierra serían benditas a través de Israel (Gn 12.1–3). Durante la tribulación Dios purgará a Israel, de modo que al finalizar los siete años habrá un remanente de creyentes esperando para recibir a Cristo. La nación de Israel recibirá a su Rey, y Cristo establecerá su reino sobre esta tierra, conforme se promete en Lucas 1.31–33, 67–80 y otros pasajes de las Escrituras. La pregunta es cuáles gentiles entrarán en este reino.
Nótese que hay tres grupos de personas en esta escena:
(1) las ovejas,

(2) los cabritos, y

(3) a los que Cristo llama «mis hermanos» (v. 40).

«Mis hermanos» son los creyentes judíos que testificaron de Cristo durante el período de la gran tribulación. Puesto que serán enemigos del anticristo, aunque sellados y protegidos por Dios, sufrirán gran persecución. No podrán comprar ni vender y por tanto sufrirán hambre. Tendrán que huir de sus casas (Mt 24.15–21) y necesitarán lugares para quedarse. Sin trabajo y sin la marca de la bestia (Ap 13.17), no podrán conseguir ropa y andarán en harapos o desnudos. A muchos echarán en la cárcel.
Las ovejas y cabritos, sobre las que Cristo juzga, son gentiles que vivirán durante la tribulación´.
Examinemos algunos diversos detalles de este juicio:
1.- El tiempo de este juicio: v 31ª.  Esto nos dice:
a     Que vendrá un día cuando el señor vuelva a este mundo, no en estado de humillación como en su primera venida, sino en estado de exaltación y de gloria, Apoc 19: 11ss para hacer juicio.
       Que este juicio es encomendado al Hijo del Hombre, (Dn 7:13-14), título mesiánico, muy a propósito al venir a tomar posesión del reino. (Apoc. 11: 15)
2.-El lugar donde se ejecutará el juicio: v 31b. Este juicio tiene lugar en la tierra sobre obras específicas, buenas o malas, antes del milenio.
3.-  Quienes comparecen ante el trono de este juicio: v 32ª. Las naciones aquí implica a los gentiles, pero estos serán juzgados personalmente.
4.- La separación que el Juez hará entre los comparecientes a Su trono. Vv. 32-33. Cristo el Rey-Pastor, pone a las ovejas a su derecha, el puesto de honor y a los cabritos a su izquierda.
CONCLUSION:
                         El juicio puede tardar, pero su llegada es segura. Será Jesús mismo, el Salvador del mundo, quien actuará como Juez desde su trono de gloria. Es significativo que Jesús sea el Juez, pues el criterio del juicio tiene que ver con nuestra actitud frente a Él. ¿Cómo nos hemos portado ante Él? Él estaba presente en el mundo mediante sus discípulos, tanto los primeros apóstoles como también los creyentes después de ellos. Por medio de sus siervos, Jesús llega al mundo. El mundo expresa su actitud hacia Jesús, por medio de la actitud que toma frente a sus representantes.
Jesús, entonces, no enseña aquí otra manera de ser salvo (como si nuestra ayuda indicara una salvación por obras). La actitud frente a Él siempre es decisiva. Mucha gente se confunde, piensa que no han hecho ninguna cosa mala con respecto a Jesús, olvidando que Él se presenta en esta tierra de una forma muy humilde, a través de creyentes sencillos.

lunes, 4 de marzo de 2013

EL TALENTO ENTERRADO


LECCION PARA EL DOMINGO 10 DE MARZO DE 2013


MATEO 25: 24-30
ROMANOS 12: 11
INTRODUCCION:
                        Este hombre pensaba solo en sí mismo. Quería evitar riesgos para protegerse de su difícil amo, pero este lo castigó por su egocentrismo. No debemos buscar excusas para no hacer lo que Dios nos llamó a hacer. Si Dios es nuestro Amo, debemos estar dispuestos a obedecerle. Nuestro tiempo, nuestras habilidades y nuestro dinero no nos pertenecen de veras. Somos mayordomos, no propietarios. Cuando descuidamos, despilfarramos o nos aprovechamos de lo que hemos recibido, nos convertimos en rebeldes y merecemos castigo.
DESARROLLO:
                        En esta parábola de los talentos, no cabe la menor duda de que la atención original se centraba en el siervo inútil. No hay duda de que representaba  a los escribas y los fariseos por su actitud ante la Ley y la verdad de Dios. El siervo inútil enterró su talento en la  tierra para podérselo devolver a su amo intacto. Todo, el propósito de los escribas y fariseos era guardar la Ley exactamente como era. Según la frase que ellos mismos usaban, debían «construir una cerca alrededor de la Ley.» Cualquier cambio, cualquier desarrollo, cualquier cosa nueva, era para ellos anatema: Su método implicaba la  parálisis de la verdad religiosa.
Como el hombre con un talento, los escribas deseaban mantener las cosas exactamente como habían estado siempre y era por eso por lo que estaban condenados. En esta parábola Jesús nos dice que no puede haber religión sin aventura, y que a Dios no Le sirve para nada una mente cerrada.
 Como los otros dos siervos ya han dado cuentas de su trabajo, ha llegado el momento en que el tercer siervo debe presentar su informe: Vv 24-25
A fin de inventar una excusa para su propia negligencia o abandono del deber este individuo tiene la audacia de acusar a su amo de ser “duro”, es decir, inflexible, riguroso, inmisericorde, severo, uno que exige más de lo que tiene derecho a exigir. Cuando el siervo dice a su amo: “Siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste”, está mintiendo. Este amo no era como Faraón que sin dar paja a los israelitas exigía que hiciesen tantos ladrillos como antes (Ex. 5:7, 8); Este amo, al asignar tareas, misericordiosamente había calculado la capacidad de cada hombre. Ahora tiene todo el derecho de cosechar y recoger.
Entonces, lo que el siervo malo está diciendo equivale a esto: “Si al hacer negocios con el talento que me encomendaste yo lo hubiese perdido, de todos modos me lo habrías exigido.
Ese es el tipo de hombre que eres. Por eso tuve miedo. Ese temor realmente no era culpa mía sino tuyo. Tú lo hiciste de tal modo que lo único que yo podía hacer era cavar un hoyo en la tierra y esconder el talento”. Luego, dirigiendo la atención de su amo a la bolsa del dinero, agrega: Mira, (aquí) tienes lo que es tuyo; como si dijera: “Con nada me he quedado. Debes estar agradecido que lo conservé intacto y que ahora te devuelvo lo que es tuyo”.
El amo de ningún modo queda satisfecho con la pobre excusa y la infundada acusación: Vv 26-27
Este hombre era malo porque deliberadamente representó mal a su amo y a sí mismo. Falsamente acusó a su amo de ser cruel. Además, mintió cuando dijo: “Mira (aquí) tienes lo que es tuyo”, porque realmente debía a su amo no sólo un talento, sino todo lo que habría ganado si él hubiera sido fiel. Pero en vez de admitir su culpa, actúa como si el amo debiera estarle  agradecido por haber sido tan cauteloso y por haber devuelto intacto todo el talento. Esto muestra que él era verdaderamente un individuo completamente malvado y egoísta. Además, el amo le habla como diciendo: “Tus propias palabras te condenan; porque si estabas seguro de que yo era “duro”, deberías haberte esforzado lo más posible. Lo menos que podrías haber hecho era poner mi dinero en el banco, de modo que a mi regreso lo hubiera recibido del banco con los intereses correspondientes”.
CONCLUSION:
                         El juicio puede tardar, pero su llegada es segura. Será Jesús mismo, el Salvador del mundo, quien actuará como Juez desde su trono de gloria. Es significativo que Jesús sea el Juez, pues el criterio del juicio tiene que ver con nuestra actitud frente a Él. ¿Cómo nos hemos portado ante Él? Él estaba presente en el mundo mediante sus discípulos, tanto los primeros apóstoles como también los creyentes después de ellos. Por medio de sus siervos, Jesús llega al mundo. El mundo expresa su actitud hacia Jesús, por medio de la actitud que toma frente a sus representantes. Jesús, entonces, no enseña aquí otra manera de ser salvo (como si nuestra ayuda indicara una salvación por obras). La actitud frente a Él siempre es decisiva. Mucha gente se confunde, piensa que no han hecho ninguna cosa mala con respecto a Jesús, olvidando que Él se presenta en esta tierra de una forma muy humilde, a través de creyentes sencillos.