lunes, 11 de marzo de 2013

CRISTO EL JUEZ JUSTO


LECCION PARA EL DOMINGO 17 DE MARZO DE 2013


MATEO 25: 31-40
 HEBREOS 10:24
INTRODUCCION:
                                   La gente confunde este pasaje al llamarlo «el juicio general», pensando que es lo mismo que el juicio del gran trono blanco de Apocalipsis 20.1–15. En la Biblia no hay tal cosa como juicio general. Los santos verán sus obras juzgadas en el Tribunal de Cristo inmediatamente después del Arrebatamiento (2 Co 5.1–10). Los muertos no salvos serán revivificados para enfrentar a Cristo en el juicio ante el gran trono blanco, al final de los mil años del reino de Cristo (Ap 20.1–15). Este juicio es el de las naciones gentiles, al final de la gran tribulación.
DESARROLLO:
                                   Dios prometió, en su pacto con Abraham, que todas las naciones de la tierra serían benditas a través de Israel (Gn 12.1–3). Durante la tribulación Dios purgará a Israel, de modo que al finalizar los siete años habrá un remanente de creyentes esperando para recibir a Cristo. La nación de Israel recibirá a su Rey, y Cristo establecerá su reino sobre esta tierra, conforme se promete en Lucas 1.31–33, 67–80 y otros pasajes de las Escrituras. La pregunta es cuáles gentiles entrarán en este reino.
Nótese que hay tres grupos de personas en esta escena:
(1) las ovejas,

(2) los cabritos, y

(3) a los que Cristo llama «mis hermanos» (v. 40).

«Mis hermanos» son los creyentes judíos que testificaron de Cristo durante el período de la gran tribulación. Puesto que serán enemigos del anticristo, aunque sellados y protegidos por Dios, sufrirán gran persecución. No podrán comprar ni vender y por tanto sufrirán hambre. Tendrán que huir de sus casas (Mt 24.15–21) y necesitarán lugares para quedarse. Sin trabajo y sin la marca de la bestia (Ap 13.17), no podrán conseguir ropa y andarán en harapos o desnudos. A muchos echarán en la cárcel.
Las ovejas y cabritos, sobre las que Cristo juzga, son gentiles que vivirán durante la tribulación´.
Examinemos algunos diversos detalles de este juicio:
1.- El tiempo de este juicio: v 31ª.  Esto nos dice:
a     Que vendrá un día cuando el señor vuelva a este mundo, no en estado de humillación como en su primera venida, sino en estado de exaltación y de gloria, Apoc 19: 11ss para hacer juicio.
       Que este juicio es encomendado al Hijo del Hombre, (Dn 7:13-14), título mesiánico, muy a propósito al venir a tomar posesión del reino. (Apoc. 11: 15)
2.-El lugar donde se ejecutará el juicio: v 31b. Este juicio tiene lugar en la tierra sobre obras específicas, buenas o malas, antes del milenio.
3.-  Quienes comparecen ante el trono de este juicio: v 32ª. Las naciones aquí implica a los gentiles, pero estos serán juzgados personalmente.
4.- La separación que el Juez hará entre los comparecientes a Su trono. Vv. 32-33. Cristo el Rey-Pastor, pone a las ovejas a su derecha, el puesto de honor y a los cabritos a su izquierda.
CONCLUSION:
                         El juicio puede tardar, pero su llegada es segura. Será Jesús mismo, el Salvador del mundo, quien actuará como Juez desde su trono de gloria. Es significativo que Jesús sea el Juez, pues el criterio del juicio tiene que ver con nuestra actitud frente a Él. ¿Cómo nos hemos portado ante Él? Él estaba presente en el mundo mediante sus discípulos, tanto los primeros apóstoles como también los creyentes después de ellos. Por medio de sus siervos, Jesús llega al mundo. El mundo expresa su actitud hacia Jesús, por medio de la actitud que toma frente a sus representantes.
Jesús, entonces, no enseña aquí otra manera de ser salvo (como si nuestra ayuda indicara una salvación por obras). La actitud frente a Él siempre es decisiva. Mucha gente se confunde, piensa que no han hecho ninguna cosa mala con respecto a Jesús, olvidando que Él se presenta en esta tierra de una forma muy humilde, a través de creyentes sencillos.

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