LECCION PARA EL DOMINGO12 DE MAYO DE 2013
MATEO 26: 47-56
JUAN 13: 18
INTRODUCCION:
Probablemente
para el lector la sorpresa más grande en este pasaje es la señal que Judas
utilizó para identificar a Jesús de entre
los discípulos. El beso fraternal se reserva para los amigos y hermanos
espirituales más íntimos, expresando aprecio y afecto sincero. La hipocresía
llegó a su colmo cuando Judas empleó la señal de amistad como señal de
identificación para entregar a su mejor amigo a los enemigos, sabiendo que querían
matarlo. Habrá sido uno de los momentos más tristes para Jesús que uno de los doce
que él había escogido, uno que había caminado a su lado durante tres años, lo
entregara. Mateo identifica a Judas otra vez como uno de los doce (v. 47).
Parece que quiere decir: “Aunque parezca imposible, uno de los doce fue el que
lo entregó.”
DESARROLLO:
Como ya hemos visto,
la intervención de Judas puede que surgiera de uno de dos motivos. Puede que
realmente, fuera por avaricia o por
desilusión, quería que mataran a Jesús; o puede que estuviera tratando de
obligarle a manifestarse y actuar, y que no quisiera verle morir.
Hay, por consiguiente, dos maneras de interpretar
este incidente. Si no había en el corazón de Judas nada más que un odio negro o
una especie de avaricia insensata, este es sencillamente el más terrible beso
de la Historia; y una señal de traición. En ese caso, no se puede decir nada de
Judas que sea demasiado malo.
Pero hay señales de que era más que eso. Cuando
Judas le dijo al gentío armado que les indicaría con un beso al Hombre a Quien
tenían que arrestar, la palabra que se usa en griego es filein, que es la
palabra corriente para besar; pero cuando se dice que Judas realmente Le dio
un beso a Jesús, la palabra que se usa es katafilein, que es la palabra que
indica un beso de amor, y quiere decir que Judas besó a Jesús repetidas veces y
fervientemente. ¿Por qué había de hacer eso Judas?
Además, ¿por qué hacía falta ninguna identificación
de Jesús? Lo que los partidarios necesitaban que se les indicara no era quién
era Jesús, sino el lugar y el momento oportuno para arrestarle. Los que Judas
llevó a Getsemaní eran siervos de los principales sacerdotes y
de los ancianos del pueblo; deben de haber sido de la policía del templo, la
única fuerza que tenían a su disposición los principales sacerdotes. Es
increíble que la policía del templo no supiera ya muy bien Quién era el Hombre
Que hacía pocos días había limpiado el templo y echado de él a los cambistas y a los vendedores de
palomas. Es increíble que no pudieran reconocer al Hombre que había estado enseñando diariamente en los atrios
del templo. Una vez que Judas los habían llevado a Getsemaní, ya ellos sabían
muy bien a Qué Hombre tenían que arrestar.
Dos cosas más se destacan en este encuentro entre
Judas y Jesús. Judas le saludó con el título Rabí (v. 49), que significa “Maestro”,
cuando los otros discípulos normalmente lo llamaban “Señor”. Por otro lado, ¡Te
saludo! (v. 49) es una expresión derivada del verbo griego Jaíro y significa “me gozo”.
La
respuesta de Jesús, sin embargo, está llena de compasión y disposición, aun en esta
hora, de perdonarle. Amigo (v. 50) traduce un término que se usa solamente tres veces en el NT
(comp. 20:13; 22:12) y significa “compañero”, o “camarada”. Las tres veces que
se emplea se refiere a uno que había hecho mal al que habla.
Juan agrega un detalle importante al describir la
reacción espontánea de los soldados del sumo sacerdote cuando Jesús se
identificó con la expresión Yo soy (Juan 18:5). Dice que se apartaron hacia
atrás y cayeron a tierra (Juan 18:6; trad. del autor). ¿No sería éste un
anticipo simbólico de la victoria final de Jesús sobre las fuerzas del mal?
Jesús
mandó a Pedro guardar la espada y le dio tres razones para el mandato:
1. Primero, Jesús
mismo tenía recursos para defenderse, si hubiera querido usarlos.
2. Segundo, Jesús
rechazó el uso de armas para defenderse. Tenía acceso a recursos espirituales
poderosos: doce legiones de ángeles (v. 53); siendo cada legión de 6.000. No
fue forzado a ir a la cruz, sino que se entregó voluntariamente.
3. Tercero,
el uso de la espada impide el cumplimiento del plan de Dios. Las Escrituras...
(v. 54) es una expresión que se refiere a los libros del AT. ¿Cómo se
cumplirían las Escrituras...? (v. 54) se refiere a todas las profecías acerca
del Mesías, especialmente acerca de su muerte en la cruz por los pecados del
pueblo (comp. Sal. 22; Isa. 53).
CONCLUSION:
Todos los discípulos
“se escandalizaron” de Jesús en el momento del arresto, según la profecía de
Jesús (v. 31) y a pesar de la negación de ellos (v. 56). La sombra de la cruz
se extendía sobre Jesús. El hecho de estar íntimamente asociado con él traería
sus consecuencias peligrosas. Por eso, el temor se apoderó de los once
seguidores y por el momento, dejaron de ser seguidores de cerca. ¿Qué
sentimiento habrá llenado sus corazones cuando se dieron cuenta después que Jesús
había acertado en la profecía acerca de su abandono?
El beso
Entre los orientales el beso es una costumbre muy
antigua. Puede expresar respeto y afecto. También se besaba el suelo, o la
barba, como el caso que se menciona en 2 Samuel 20:9 cuando Joab toma la barba
de Amasa para besarla y clava su daga. Era (y todavía es) común hacerlo entre
parientes, padres e hijos. Entre los paganos se besaban las imágenes e ídolos,
tal cual hoy besan en algunas religiones.
En la iglesia primitiva los hermanos se besaban
fraternalmente, pero esta costumbre casi ha desaparecido. Hasta el día de hoy
se discute la intención del beso de Judas.
Al parecer, Judas lo hizo repetidamente, como no
dejando lugar a dudas de que estaba señalando a quién se debía arrestar.
También se interpreta que lo hizo en forma de despedida. Lo cierto es que no
hay beso tan histórico como éste. Pues si bien algunos a veces pagan por un
beso, Judas pagó con su vida.
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