LECCION PARA EL DOMINGO 23 DE JUNIO DE 2013
MATEO 27: 27-31
ISAIAS 50: 6
INTRODUCCION:
La terrible rutina de la crucifixión
había comenzado. La última sección acababa diciéndonos que Pilato mandó que
azotaran a Jesús. Eso era una terrible tortura romana. Desnudaban a la víctima;
le ataban las manos
a la espalda,
y le ataban
a una columna
con la espalda
doblada y convenientemente
expuesta al látigo. El látigo era una
tira larga de cuero en la que se ponían incrustados trozos de huesos
agudos y piezas de plomo. Tal tortura solía preceder a la crucifixión, y
«reducía el cuerpo desnudo del reo a tiras de carne cruda, y a sangrantes y
ardientes verdugones.» Muchos morían en la tortura, y otros perdían la razón, y
pocos se mantenían conscientes hasta el fin.
DESARROLLO:
Para un
punto de vista correcto sobre este escarnecimiento es necesario que lo consideremos
no sólo en sus partes por separado sino también como un todo. Mateo menciona
siete puntos, algunos de los cuales se pueden encontrar también en Marcos o en Juan
o en ambos. Los soldados, habiendo llevado a Jesús adentro:
le desnudaron
le pusieron un manto
le coronaron
le pusieron cetro
le adoraron
le escupieron
le golpearon
|
|
Mateo
27:28ª
27:28b
27:29ª
27:29b
27:29c
27:30ª
27:30b
|
Marcos
15:17ª
15:17b
15:18
15:19b
15:19a
|
Juan
19:2b
19:2ª
19:3ª
19:3b
|
Las burlas en
general y particularmente los dos últimos puntos deben compararse a lo que
Jesús ya había soportado en casa de Caifás unas pocas horas antes. Véanse Mt.
26:67,68; Mr. 14:65; Lc. 22:63–65.
Leer Vv 28-30.
Y ahora los
puntos por separado:
a. Le
desnudaron
Esto lo habían
hecho una vez antes cuando le azotaron. Cuán terriblemente debe haberle dolido
cuando le pusieron el manto sobre su cuerpo azotado. Y ahora nuevamente lo
desnudan de sus ropas exteriores a fin de dar el paso siguiente en franca mofa:
b. Le
pusieron un manto
Arrojaban sobre
Jesús lo que probablemente era un manto de soldado ya desechado y desteñido de
tinte escarlata
que
representaba la púrpura real. Nuevamente, ¡cuánto debe haberle dolido al
Salvador azotado el hecho de que le arrojaran este manto encima!
c. Le
coronaron
En algún lugar en
el vecindario del pretorio los soldados encontraron algunas ramas con espinas.
No se sabe si la planta de la que sacaron las ramas era la Spina
Christi o
Arbusto Palinro, como algunos
piensan. Los botánicos han señalado que pocos países de las dimensiones de
Palestina tienen tantas variedades de plantas espinosas. Es de poca importancia
la identidad de las especies. Mucho más significativo es el hecho de que los cardos
y las espinas se mencionan en Gn. 3:18 en relación con la caída de Adán. Aquí en Mt. 27:29a y sus paralelos,
Jesús se presenta cargando con la maldición que hay sobre la naturaleza a fin
de liberar a la naturaleza y a nosotros de ella. Con crueldad infernal, habiendo
hecho los soldados una “corona” con las ramas espinosas la clavan en la cabeza
de Cristo. Representaba no una guirnalda imperial sino una corona que se
consideraría adecuada para un “rey de los judíos”. Los que se estaban divirtiendo
en esta manera querían burlarse de Jesús. También querían torturarlo. La corona
de espinas satisfacía ambos propósitos. Riachuelos de sangre habrían comenzado
a correr por su rostro, cuello y otras partes de su cuerpo. ¿Comprendían los
que le molestaban que estaban haciéndole esto al que es “Rey de reyes y Señor
de señores”?
d. Le
pusieron cetro
Habiendo obligado
a Jesús a sentarse ahora le pusieron una caña en la mano derecha, porque un rey
debe tener un cetro. Mateo es el único evangelista que relata este incidente.
e. Le
adoraron
Por cierto, esto
era una burla cruel. Un soldado se caía de rodillas frente a Jesús y le decía:
“Salve, rey de los judíos”. Luego otro soldado tomaba su turno, y otro más
hasta que todos hubieron participado en esta diversión.
f. Le
escupieron
Descienden a un
nivel más bajo que las bestias. Alegremente porque se están divirtiendo cada
soldado, cuando le llega el turno, después de levantarse de sus rodillas,
¡escupe en el rostro del unigénito y amado Hijo de Dios!
g. Le
golpearon
Es claro que
todos estos elementos que corresponden al escarnecimiento van juntos. Esto es
especialmente verdadero con respecto a los puntos. Antes de dejar su lugar
frente a Jesús, cada burlador toma la caña que tiene en la mano y le golpea la
cabeza con ella, como si se dijera: “¡Qué clase de rey eres! Uno que recibe
golpes en la cabeza con su propio cetro”. Y cada vez que el malvado golpea a
Jesús las espinas se le incrustan más y más en su carne.
Una mirada a
cualquier planta que represente alguna de las especies de lo que todavía se
conoce como “corona de espinas”, no sólo las que se encuentran en Israel sino
también en otros países del mundo, profundizará la impresión de la sádica
brutalidad que aquí estaba ocurriendo. Y aun esto no fue todo porque como Jn.
19:3b nos informa, los escarnecedores no solamente usaron repetidas veces la caña para golpear a
Jesús sino que también lo abofetearon con
sus manos. ¡Esto lo hicieron a quien ya había sido azotado!
CONCLUSION:
Jesús,
el Rey, padece todo por el bienestar eterno de sus súbditos. Él
soporta las burlas y la corona de espinas de los soldados romanos. No se
resiste ni protesta contra tal crueldad y el escarnio.
fue sin duda una crueldad sin precedentes todo paso para la salvación del genero humano
ResponderEliminar