LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 25-08-2013
JUAN 1:
11-18
1 TIMOTEO 3:
16
INTRODUCCION:
Con esta sección,
el autor vuelve a la consideración del Verbo y agrega dos hechos asombrosos. El
Verbo eterno, siendo verdadero Dios, tomó sobre sí la naturaleza humana y, segundo,
cuando lo hizo, la humanidad en general no quiso recibirlo. Morris comenta:
“Juan toma cuidado para que no perdamos de vista ni las buenas nuevas de la
encarnación de Dios, ni la tragedia del rechazo de parte de la humanidad”.
DESARROLLO:
Jesús vino a una
tierra que era especialmente la tierra de Dios, y a un pueblo que era
especialmente el pueblo de Dios.
Era de esperar que
aquella nación le hubiera recibido con los brazos abiertos y con todas las
puertas abiertas; que se le hubiera dado la bienvenida como a un viajero que
llegara a su propia casa; o, más aún, como a un rey que llegara a su nación... Pero
Le rechazaron. Le recibieron con odio en vez de con adoración.
Aquí tenemos la
tragedia de un pueblo que había sido elegido y preparado para una tarea,
y que se negó a cumplirla.
Puede que unos padres ahorren y se sacrifiquen para darle
su hijo o a su hija una oportunidad en la vida, para que tenga una
preparación para algún trabajo u
oportunidad especial... y, cuando llega el momento, .la persona
por la que se sacrificó todo se niega a aprovechar la oportunidad o falla
miserablemente al enfrentarse con el desafío. Ahí está la tragedia.
Vv 10 ss
En
el mundo estaba introduce tres ideas en cuanto al Verbo de Dios. Primero, el
verbo estaba es del tiempo imperfecto, indicando una presencia continua.
Segundo, y el mundo fue hecho por medio de él repite el concepto del v. 3,
recordando que todo lo que existe en el mundo “llegó a existir” por su
intervención personal. Tercero, Juan llega a la culminación de su argumento:
pero el mundo no le conoció. Nótese la progresión del argumento. El Verbo de
Dios vino personalmente al mundo, creó el mundo y todo lo que en él hay, pero trágicamente
el mundo no le conoció. Obsérvese el cambio en el significado del término mundo
empleado tres veces en este versículo.
·
Primero,
se refiere al mundo habitado;
·
Segundo,
se refiere al mundo terrenal y todo lo que en él está;
·
Tercero,
se refiere a la humanidad caída y, sin embargo, el objeto del amor de Dios.
No le conoció merece una atención especial. Se refiere a un conocimiento más que
intelectual; Juan tiene en mente un conocimiento íntimo y personal, que incluye un compromiso. La razón
por esta falta de conocimiento, como se aclara luego, no es falta de
oportunidad, ni conocimiento intelectual, sino se debe a la voluntad contraria,
rebelde, el eterno no querer.
La tragedia del
rechazo se presenta en su dimensión más lamentable e inexcusable. A lo
suyo vino es lit. “a sus propias cosas vino” o “a sus posesiones vino”.
Morris comenta que la expresión se traduce “en su casa” en otros pasajes (p.
ej., 19:27). Hay un ligero cambio entre lo suyo y los suyos: el primero, se
refiere a todas las cosas, pero el segundo, de género masculino, a seres
humanos.
Lo lógico es que los
suyos, los judíos, de entre toda la humanidad, tendrían que haberlo recibido
primero.
No es que vino a una
tierra extraña, a un pueblo extraño, ni al mundo en general, sino que vino a
Israel, el pueblo de Dios que había gozado abundantes bendiciones de su mano.
Es terriblemente
patético lo que se dice aquí: «Vino a Su propio hogar, y los suyos no le dieron
la bienvenida.» Eso Le sucedió a Jesús
hace mucho... y Le sigue sucediendo.
Esta vez Juan no dice
“no le conoció” (v. 10), sino que no le recibieron, pero las dos expresiones
están íntimamente relacionadas, la primera dando lugar a la segunda. El verbo recibieron
implica una bienvenida o una recepción a una relación personal e íntima, tal
como la conyugal (ver 14:3; Mat. 1:20, 24).
Pero a todos los que le recibieron indica dos cosas: primero, el
rechazo no fue total y, segundo, la decisión de recibirle dependía de la
disposición de cada uno.
A los que creen en su
nombre Les dio derecho de ser hechos hijos de Dios encierra tres términos importantes
en la cristología juanina. El Verbo de Dios les dio, a los que creen en su
nombre, la gracia o dádiva de aceptarle. La salvación es una dádiva, o gracia,
de Dios de principio a fin. Derecho de ser se entiende como “autoridad” o
“privilegio” más bien que “poder”. Además, el verbo ser traduce un término
griego que significa “llegar a ser”. Las personas que reciben a Jesús, reciben
a la vez la autoridad de ese enorme privilegio de llamarse “niños de Dios”. Que
nacen espiritualmente por fe en Jesús.
En Juan 3,16 el
apóstol nos muestra el trasfondo de la encarnación: el gran amor de Dios por un
mundo perdido. Sin embargo, también aquí muestra el amor de Dios, diciendo que
el Verbo habitó (lit. "en una tienda") entre nosotros. Este es el
inicio del cumplimiento de la promesa que Dios había entregado a su pueblo
Israel (Lev.26,11; Is. 57,15), diciendo que Él moraría en medio de ellos. El
tiempo de la salvación de Dios ha llegado. Los apóstoles como testigos oculares
vieron su gloria, el resplandor de la majestad de Dios, no como si fuera un
resplandor cegador y mortal, sino lleno de gracia y de verdad. Así era la
gloria del Unigénito del Padre. No una gloria que brilla para sí mismo, sino
una que brilla y comunica verdadera gracia a los suyos.
CONCLUSION
Todo argumento para negar la divinidad de Jesucristo es falso. Existen sectas y pensamientos modernos, algunos provenientes de ciertas tendencias teológicas, que intentan negar la divinidad de Jesús, o tratan de minimizarla (como los Testigos de Jehová que dicen que Jesús era un "dios" y no Dios). Por el contexto del capítulo uno no cabe duda que Jesús es el Verbo que era con Dios y que es Dios. A Él se le atribuyen eternidad, deidad y omnipotencia. Además sólo en Él se halla la vida, es decir, una calidad de vida caracterizada por la comunión con Dios; sólo Él nos da luz para conocer el corazón de Dios; sólo Él triunfó sobre las tinieblas. Es por todo esto que Jesucristo es la única persona que puede satisfacer nuestras necesidades.
Todo argumento para negar la divinidad de Jesucristo es falso. Existen sectas y pensamientos modernos, algunos provenientes de ciertas tendencias teológicas, que intentan negar la divinidad de Jesús, o tratan de minimizarla (como los Testigos de Jehová que dicen que Jesús era un "dios" y no Dios). Por el contexto del capítulo uno no cabe duda que Jesús es el Verbo que era con Dios y que es Dios. A Él se le atribuyen eternidad, deidad y omnipotencia. Además sólo en Él se halla la vida, es decir, una calidad de vida caracterizada por la comunión con Dios; sólo Él nos da luz para conocer el corazón de Dios; sólo Él triunfó sobre las tinieblas. Es por todo esto que Jesucristo es la única persona que puede satisfacer nuestras necesidades.
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