jueves, 12 de febrero de 2015

JESÚS ORA POR SUS DISCÍPULOS

Lección Domingo 15 de Febrero 2015

Lección: Juan 17:6-19
Texto: 1 Pedro 1:5

INTRODUCCIÓN 
En la lección anterior, mencionábamos que Juan 17 nos narra una larga oración de Jesús. Juan se encarga de escribir cada una de las palabras usadas por Jesús. Estas tienen una profunda riqueza espiritual. Después de haber orado por sí mismo y su relación con su Padre, ahora aborda su relación con sus discípulos.  Que hermoso es ver a Jesús ante de ir a la cruz, orar por los suyos. Veamos los contenidos de esta parte de la oración.


DESARROLLO 
En primer lugar, habla de su historia (pasado) con sus discípulos. Comienza indicando que “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra”. (V.6) Ahora ellos han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti. Las palabras que me diste, ora Jesús al Padre, les he dado, y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. (V.8) La oración se vuelve emotiva: “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos”. (V. 9-10)
En segundo lugar, habla del futuro de sus discípulos. Jesús orando al Padre dice: “y ya no estoy en el mundo, y yo voy a ti” (v. 11) Pero sus discípulos están en el mundo. Por eso la oración es que el Padre, los guarde en su nombre, para que sean uno, así como él con su Padre es uno. Clarifica que mientras estaba con ellos en el mundo, Jesús los guardaba, y que ninguno de ellos se perdió, salvo el hijo de perdición.  Además, Jesús ora para que, tengan el  gozo de él cumplido en sí mismos. (V. 13) También, que los guarde del mal (V.15) y que los santifique en la verdad del Padre, esto es, en la Palabra de Dios. (V.17)  

CONCLUSIÓN
El evangelio de Mateo termina con la promesa de Jesús de estar todos los días y hasta el fin del mundo con sus discípulos.  En esta lección Jesús termina de orar por sus discípulos pidiéndole al Padre que así como él fue enviado al mundo, de la misma manera, él los ha enviado al mundo. Para tener éxito en la misión de ir al mundo, es que necesitamos ser santificados. Jesús ora así: “que también ellos sean santificados en tu verdad” (V. 19) Procuremos leer cada día las Escrituras, que es la verdad de Dios, y además nos ayuda en nuestra santificación.

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