sábado, 7 de febrero de 2015

La Oración de Jesús

Lección Escuela Dominical 08 de Febrero

LECCIÓN: Juan 17:1-5
TEXTO: Filipenses 2:9-10

INTRODUCCION

El evangelio de Juan, dentro de sus particularidades destaca sobremanera, las señales realizadas por Jesús. También, remarca más el ministerio de Jesús, en Judea que en Galilea, y otra cosa que sobresale, es la narración con detalle de las oraciones de Jesús. Todo el capítulo 17 es una larga oración de Jesús. En primer lugar, ora por sí mismo, luego por sus discípulos, y finalmente por los que habrían de venir en el futuro.  En la lección de hoy, observaremos la oración que Jesús hace por sí mismo, la cual tiene dos grandes contenidos.

DESARROLLO

El primer contenido, en la glorificación mutua que hace Jesús a su Padre y su Padre de Jesús.  Al iniciar su oración Jesús levantando sus ojos al cielo, habló y dijo: “Padre, la hora ha llegado, glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti”. (V.1) La hora había llegado. ¿Cuál hora? La hora de ir a la cruz. Glorificar quiere decir engrandecer. Jesús le está diciendo a su padre que engrandezca a su Hijo, la formula divina, era que fuera engrandecido a través de la cruz. Isaías lo expresa de la siguiente manera: “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho” (Isaías 53:11) La oración de Jesús continua con la siguiente frase: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciera” (V.4) Jesús había cumplido su parte, glorificar al Padre,  ahora esperaba que el Padre cumpliera la suya, glorificará a su Hijo a través de la cruz.
El segundo contenido, gira en torno a la vida eterna. En su oración, Jesús menciona estas preciosas palabras: “Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste”. (V.2) Jesús tenía la potestad de parte de Dios para otorgar la vida eterna, y para que no quedaran dudas en qué consistía ésta vida la define en el V.3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. El maestro ora para que sus discípulos, conozcan a Dios y a él mismo, a Jesucristo. De esta manera alcancen la vida eterna.

CONCLUSIÓN

El ministerio terrenal había sido corto, unos 3 años de duración y duro. El dilema de la gente frente a la persona de Jesús era tomar una opción. Aceptarle o rechazarle. Los que lo aceptaran recibirían el premio de la “vida eterna”. Su oración final es: “Padre, glorifícame al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. (V.5)

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