Lección Domingo 06 de Noviembre de 2016
Hechos 17: 10 al 15
Texto: San Juan 5:39
INTRODUCCIÓN
Fue necesario que Jasón y los demás diesen una fianza. Probablemente tuvo que depositar dinero que quizá se perdiera si había otro escándalo semejante, por causa de la fe cristiana. Los discípulos enviaron entonces a Pablo y a Silas de noche a Berea, un pueblo más pequeño, no muy lejano. Sin desanimarse por lo sucedido en Tesalónica, los apóstoles predicaron en la sinagoga en Berea. Aquí fueron recibidos en una manera muy distinta. Los judíos de Berea estaban muy impresionados por la explicación que los apóstoles dieron del Antiguo Testamento, y se pusieron a estudiar las Escrituras para determinar de la verdad del mensaje cristiano.
La noticia del éxito de Pablo y Silas en Berea no tardó en llegar a Tesalónica. Los judíos, no conformes con haber sacado a los apóstoles de Tesalónica, vinieron a Berea y alborotaron a la gente de ahí. Parecía inminente una repetición del alboroto de Tesalónica. Entonces los creyentes —pues el Señor había bendecido el ministerio de los apóstoles en Berea— enviaron a Pablo por barco a Atenas.
DESARROLLO
Los nobles hermanos de Berea (17:10-15)
"Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres. Cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron allí, y también alborotaron a las multitudes. Pero inmediatamente los hermanos enviaron a Pablo que fuese hada el mar; y Silas y Timoteo se quedaron allí. Y los que se habían encargado de conducir a Pablo le llevaron a Atenas; y habiendo recibido orden para Silas y Timoteo, de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, salieron".
Los hermanos cristianos vieron lo crueles y decididos que eran los judíos incrédulos. Por eso no quisieron correr riesgos. De noche, enviaron a Pablo y Silas a Berea, unos ochenta kilómetros en dirección suroeste, sobre el camino de Grecia. Se hallaba fuera de la Vía Egnatia, el camino principal que habían seguido anteriormente, por lo que los creyentes deben haber pensado que estarían más seguros allí.
Los de Berea reaccionaron de manera muy distinta. En lugar de rechazar el mensaje de Pablo, recibieron la Palabra con todo tipo de ansiedad, celo y entusiasmo. Más importante aún: examinaban diariamente las Escrituras, escudriñándolas como abogados que investigaran un caso, para ver si aquellas cosas eran así.
Gracias a su actitud y a su asiduidad en escudriñar las Escrituras, dice la Biblia que eran más nobles que los judíos de Tesalónica. En aquel lugar, habían creído algunos de los judíos. Los otros sólo dejaron que sus antiguos prejuicios los guiaran y reaccionaron contra el Evangelio. En cambio, en Berea creyeron muchos de los judíos, probablemente la mayoría. No se levantó oposición entre ellos.
Por haber escudriñado las Escrituras, estos judíos de Berea no sólo sientan un ejemplo para todos nosotros, sino que no tuvieron necesidad de que Pablo les llamara la atención más tarde, como hizo con muchas otras iglesias.
Muchos gentiles creyeron también, tanto mujeres de posición honorable en la sociedad, como hombres.
Aunque la sinagoga de Berea no causó problemas, la noticia de lo eficaz que era la proclamación del Evangelio por Pablo en aquel lugar alcanzó a los judíos de Tesalónica. Estos se fueron a Berea entonces, e hicieron lo mismo que habían hecho en su ciudad. Sacudieron y alborotaron a las multitudes, tratando de levantar la violencia del populacho contra Pablo.
Antes de que le pudieran hacer daño alguno, los hermanos cristianos de Berea se apresuraron a sacar a Pablo en dirección al mar Egeo, probablemente con la intención de enviarlo lejos en algún barco. Silas y
Timoteo se quedaron para seguir enseñándoles a los creyentes y dándoles ánimo.
Los que conducían a Pablo, cambiaron después de dirección, probablemente porque los judíos de Tesalónica estaban tramando algo más, y recibieron alguna noticia de ello. De manera que todos, o parte del grupo, llevaron a Pablo a Atenas. Entonces, él los envió de vuelta con una orden para Silas y Timoteo, que debían ir a él lo más pronto que pudiesen.
CONCLUSIÓN
Mientras nos narra Lucas todos estos sucesos, no se apartan los conflictos del ministerio de los Misioneros. Podríamos preguntar, por qué tanta oposición, la verdad, que siempre donde se manifiesta la Persona de Jesucristo, también siempre estará la manifestación del anticristo. La oposición que se presenta hoy dentro de las Iglesias contra las autoridades instituidas por Dios, provocando caos, conflictos de orden moral, y tantas otras manifestaciones del enemigo del alma. Es claro el mismo apóstol Pablo en definir los que son guiados por el Espíritu y los que andan conforme a la carne: “ Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”… “ Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia ,lascivia ,idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgias, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya los he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios. “ (Gálatas 5:16-21). Permanezcamos atentos a escuchar la voz del Espíritu a pesar de la adversidad y las circunstancias ¡¡ porque nuestro galardón es grande!!
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