Lección: Romanos 2:12-16
Texto: Eclesiastés 12:14
Domingo 24 de Septiembre 2017
INTRODUCCIÓN:
Que importante es poder entender las características de los atributos de Dios, entre los que se destacan su justicia y su imparcialidad al impartir un juicio completamente justo, a diferencia de como muchas veces la justicia que ejerce el hombre a través de su sistema judicial, podemos ver que la ley es debilitada, el juicio no sale según la verdad y sale torcida la justicia (Habacuc 1:4). Más en esta lección podremos observar la imparcialidad del juicio de Dios conforme a la condición en que se halle cada ser humano ya sea judío o gentil.
DESARROLLO:
Ya hemos determinado o concluido que tanto judíos como gentiles están bajo el juicio de Dios, ahora la pregunta que podemos realizar es ¿Qué diferencia hay entre unos y otros? La diferencia radica en que los judíos poseen la Ley de Dios, y por lo tanto, por ella serán juzgados, ya que Pablo manifiesta; “Y todos los que han pecado bajo la ley, por la ley serán juzgados” debido a que la gente se condena no por lo que desconoce sino por lo que hace con el conocimiento que tiene y ha recibido a través de la palabra de Dios.
A diferencia de los judíos, los gentiles no poseían la ley de Dios, ni se les había revelado, aunque ellos por naturaleza propia y por la contextura propia de la creación del hombre cumplen con algunas cosas estipuladas por la ley, ya que como hemos dicho, desde la creación, Dios puso el instinto moral en los seres humanos, como manifiesta el verso 15 “Dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos”, aunque ellos no tengan o estén bajo la ley escrita, ellos serán juzgados por lo tanto por la conciencia y la naturaleza, pero ¿Qué es la conciencia? “La Conciencia es un conocimiento restringido a la esfera moral, por lo tanto es un conocimiento moral. Esta palabra no aparece en el Antiguo Testamento, pero si la idea es bien conocida y se expresa en el término “corazón” y aparece en el comienzo de la historia humana con el sentimiento de culpa de Adán y Eva después de la caída, o cuando leemos que, a David le peso el pecado en su corazón (2 Samuel 24:10). Como definición, la consciencia es “la facultad en el hombre mediante la cual él distingue entre lo moralmente bueno y lo malo, lo que le lleva a hacer lo que él reconoce que está bien y que a su vez lo estorba para hacer aquello que él entiende está mal, que emite un juicio sobre sus actos y que ejecuta ese juicio dentro de su alma”.
Esta perfección del justo juicio de Dios, se puede observar en que, aún en los lugares más recónditos que puede haber en este planeta, se pueden encontrar evidencias de la ley moral de Dios, donde se prohíbe y castiga el homicidio, el robo y otros males de la ley escrita.
CONCLUSIÓN:
Podemos concluir de nadie quedara exento del juicio de Dios, todos serán juzgados por lo hicieron en esta vida, pero mayor responsabilidad hay para aquellos que se les ha revelado la palabra y la gracia del amor de Jesús, puesto que Dios juzgará por o través de Jesucristo, los secretos de los hombres, conforme al evangelio que hemos recibido.
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