Lección: Romanos 4:9-15
Texto: Gálatas 3:11
Domingo 12 de Noviembre 2017
Texto: Gálatas 3:11
Domingo 12 de Noviembre 2017
INTRODUCCIÓN:
Siendo la circuncisión un ritual tan importante en la religión judía, ya que era un signo o señal externa del pacto de Dios primero con Abraham (Génesis 17:7-12), y por consecuencia con Israel, la que fue transmitida de generación en generación, siendo el primer mandamiento que Dios entregó al patriarca. El apóstol, ahora pasa a describir en qué momento y la razón por la que Abraham fue justificado.
DESARROLLO:
Como ya hemos establecido, la circuncisión era una señal externa de que los judíos constituían el pueblo escogido de Dios, separándolos de esta manera de los demás pueblos de la tierra. Acá Pablo apela a la vida de Abraham, para demostrar que la gracia de la salvación, no está limitada a aquellos que han recibido esta señal en la carne bajo el antiguo pacto o dispensación; es decir, la circuncisión, sino que, establece según el texto bíblico, que Abraham fue justificado delante de Dios antes de ser circuncidado, puesto que él halló el beneplácito de Dios sólo por la fe, antes de ser circuncidado. Génesis 12:1-4, nos muestra que Dios llamó a Abraham a los setenta y cinco años de edad en Mesopotamia, y la circuncisión se la ordenó cuando éste tenía noventa y nueve años (Génesis 17:1-12), por lo tanto, su fe le fue contada por justicia no en la circuncisión, sino cuando estaba en la incircuncisión, que era la denominación que se les entregaba a los gentiles que no practicaban este ritual. De esta manera, el apóstol argumenta respecto a la pregunta del verso 9, si ésta bienaventuranza es sólo para los israelitas (que representaban la circuncisión), o se hacía también extensiva a los paganos o gentiles (que representaban la incircuncisión). Las razones que entrega Pablo, para que Abraham fuera justificado o declarado inocente y justo delante de Dios es que; Primero según el verso 11, recibió la circuncisión como “una señal” o sello físico y externo de la justicia de la fe, lo que garantizaba lo genuino de su fe, y que le fue contado por justicia. Segundo, según el verso 12, “venía a ser padre”, el modelo, origen o principio de algo (ver Génesis 4:20-21) y no sólo de los de la circuncisión, sino que también de aquellos que siguen las pisadas de la fe de Abraham.
Por lo tanto, afirma el apóstol que, “no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa (es decir, la simiente espiritual, ya sea, judíos o gentiles), de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe” (v. 13). Es importante notar lo que dice la escritura; “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:28-29).
Por lo tanto, afirma el apóstol que, “no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa (es decir, la simiente espiritual, ya sea, judíos o gentiles), de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe” (v. 13). Es importante notar lo que dice la escritura; “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:28-29).
CONCLUSIÓN:
Como consecuencia de lo expuesto, podemos concluir, que ningún ritual u obras de la naturaleza que sea, puede justificar al hombre delante de Dios, sino, que la bienaventuranza de aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y a quienes el Señor no inculpa de pecados, es tanto para judíos como para todos los que siguen las pisadas de la fe que tuvo Abraham, “pues el justo por la fe vivirá”.
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