jueves, 2 de noviembre de 2017

Abraham, justificado por la fe

Lección: Romanos 4:1-8
Texto: Gálatas 3:6-7
Domingo 05 de Noviembre 2017


INTRODUCCIÓN:
Habiendo establecido, en el análisis que Pablo hace respecto de la culpabilidad de la humanidad delante de Dios, donde establece y confirma asimismo que la justificación del hombre delante del creador, no es por las obras que éste realice, ni por el cumplimiento de la ley, sino que, la fe en Dios, es el medio que él ha utilizado para salvar a los creyentes. Por ello es que, utiliza el ejemplo de la vida de Abraham, para confirmar este planteamiento.
DESARROLLO:
 El ejemplo de Abraham, considerado por los fieles judíos como el padre de la nación y de su religión (Génesis 17:5; Hechos 7:2), es el elemento que Pablo ocupa para, confirmar que la justificación y la salvación son por la fe, lo que se enseña tanto en el antiguo como en el nuevo testamento. Ahora la interrogante que plantea Pablo a los lectores de esta carta es; “¿Qué halló Abraham, nuestro padre según la carne?” (v. 1) Nada, es la respuesta, porque si éste hubiese sido justificado por la carne o las obras que hacía, tendría de que gloriarse, pero no para con Dios, porque “como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:31).
Pablo en su exposición, recurre a las escrituras preguntando que dicen respecto a esta tema; “Creyó (Abraham) a Jehová, y le fue contado por justicia” (Génesis 15:6). Podemos decir, que esto es un reconocimiento formal por la fe de Abraham a la Palabra de Dios, lo que le significó que esto fuera abonado a su cuenta como justicia, por lo que el creer se establece como un sustituto a las obras. El apóstol, profundiza además en su explicación de este tema, diciendo que, al que obra o trabaja su salario no se le cuenta como gracia, (don gratuito o benevolencia) sino, como deuda, más al que no obra; como dice el versículo 5, es decir, el que no hace obras con el fin de ser justificado, a ese “su fe le es contada por justicia” y recibe el don maravilloso de la salvación.
Verso 6. David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras. Sin duda alguna, podemos afirmar que Dios es justo, y el imparte esta justicia por gracia a los que creen, no imputándoles sus pecados, sino, aplicándoles su misericordia y demostrando su benevolencia, no cargando en la cuenta del hombre sus pecados (ver 2 Corintios 5:19),
CONCLUSIÓN:
La justificación por la fe, es un hecho teológicamente incuestionable a través de toda la palabra revelada de Dios para el hombre, desde la caída en Edén hasta la redención del hombre, se puede observar la gracia de Dios y su misericordia. Para alcanzarla, sólo se necesita creer.

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