lunes, 5 de noviembre de 2018

La inmoralidad contamina la iglesia

Lección: 1 Corintios 5:1-8
Texto: Efesios 4:22-23
Domingo 04 de Noviembre de 2018
Introducción: La inmoralidad es aquello que va en contra de los valores, las costumbres, creencias y normas de una persona o comunidad como lo es la iglesia, que no es otra cosa que la comunidad de los creyentes. La inmoralidad, en su significado bíblico, es aquello que se opone a la moral, separando lo santo de lo profano, y lo limpio de lo inmundo. La inmoralidad en la iglesia trae consecuencias más allá de lo que podamos imaginar.
Desarrollo: Después de reprender y corregir el pecado del orgullo espiritual en esta iglesia, el apóstol, reprende ahora a los fieles de Corinto por un pecado de inmoralidad, frente al cual ellos mostraron una actitud apática y pasiva. Pues, dice él, se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre, Pablo atiende esta situación con prontitud para instruir a la iglesia en la disciplina de la santidad que debe haber en ella, mientras tanto, la iglesia seguía envanecida, siendo que por esta situación debían haberse lamentado, para que el que cometió este acto de inmoralidad fuese quitado de en medio de la comunión de la iglesia. El apóstol aunque ausente físicamente de la iglesia, se siente presente en el espíritu; pues él es parte del cuerpo de Cristo y siente celo de Dios por esta situación, podemos agregar que él enseña lo siguiente en el concepto o visión que tiene de la iglesia: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amo a la iglesia, y se entregó asimismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” Efesios 5:25-27.
Por lo tanto, el ofensor debía ser expulsado de la iglesia, privándolo del compañerismo y comunión de la congregación. Esta acción drástica era para disciplinarlo y motivarlo para que recapacitara, se arrepintiera y regresará a ser parte de la iglesia (Ver 2 Corintios 2:5-10). Asimismo, les manifiesta que la jactancia de ellos no es buena, pues un poco de levadura leuda toda la masa, ya que este elemento tiene la propiedad de fermentar, y de esta manera se ilustra el poder corruptor del mal, el cual, aunque parezca pequeño o insignificante, se puede esparcir de manera incontrolada en la iglesia.
Conclusión: La iglesia de Cristo, debe ser guardada y cuidada de la inmoralidad, por parte de todos los miembros de ella, pues la inmoralidad trae más consecuencias para la comunión de los creyentes, que para los no cristianos, y sus consecuencias pueden llegar a ser desastrosas, sino es corregida y disciplinada, pues ignorar la disciplina ante un acto de inmoralidad en la iglesia, contradice el propósito por el cual Cristo murió en la cruz.

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