lunes, 5 de noviembre de 2018

La Inmoralidad debe ser Juzgada

Lección: 1 Corintios 5:9-13
Texto: Tesalonicenses 3:6
Domingo 11 de Noviembre de 2018
Introducción: Uno de los dichos o refranes más conocidos o populares dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”, advirtiendo de esta forma la gran influencia que puede ejercer en el comportamiento o en las costumbres de alguien, la compañía de los demás, ya sean buenas o malas. Así, como alguien temeroso de Dios, puede influir de buena manera en un creyente que está dando sus primeros pasos en el evangelio, también uno falto de temor y de reverencia puede ser nefasto a un hermano en formación.
Desarrollo: Comienza en esta sección Pablo, dando a entender que ya en una carta anterior; la que no se registra en el canon de la escritura, había hablado de este tema a tratar en estos versículos, los que son muy importantes en la conducta cristiana, en cuanto a la separación que deben sufrir los que no andan de acuerdo al temor del Señor, particularmente se refiere a los fornicarios, pero pasa en los restantes versículos de esta lección a, todo vicio o pecado notorio o degradante dentro de la comunidad de la iglesia, nombrando en total seis, entre tal vez muchos otros que pueden generarse.
Los corintios de una u otra manera habían interpretado en forma errónea las instrucciones de Pablo en lo concerniente a no juntarse con gente que llevará una vida inmoral, atribuyendo ellos que se refería a pecadores no cristianos, lo que era completamente incorrecto, pues el mismo Señor Jesucristo era aún criticado por juntarse con rameras, publicanos y pecadores, a los que les anunciaba el reino de Dios, pues ellos también eran hijos de Abraham (Ver Lucas 19:1-10), por lo tanto el cristiano de este tiempo, así como el Señor lo hacía, debe relacionarse con los incrédulos, pues es la oportunidad de dar testimonio de Jesús, a través de la palabra y la conducta, por lo tanto, el apóstol, les aclara que si fuera su instrucción no juntarse con los pecadores no cristianos, sería necesario que salieran de este mundo.
Más Pablo se refería sin duda alguna, a gente inmoral, que profesaba la fe cristiana y era parte de la iglesia en Corinto; indicándoles, no os juntéis con ninguno que llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis o sentéis a la mesa, por lo que instruye a mantener la distancia con estas personas que dicen ser cristianas, y son indulgentes con pecados y acciones prohibidos en las escrituras, y además, posteriormente las racionalizan o las relativizan, distorsionando la imagen de Cristo y del evangelio que se presenta al mundo, cumpliéndose lo dicho por Pablo a los Romanos 2:24 “Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros”. La iglesia juzga y debe aplicar medidas disciplinarias a quienes forman parte de ella, así como Dios juzga al mundo.
Conclusión: Debemos de estar conscientes de que cada congregación está compuesta de todo tipo de personas, y en distintos grados de madurez y compromiso espiritual con aquel que les rescató; es decir, nuestro Señor Jesucristo y su evangelio, por lo tanto, cada creyente debe tener cuidado y precaución, sin hacer distinción de personas, de relacionarse principalmente con aquellos que se conducen según la enseñanza de la escritura, que son temerosos y aman la obra de Dios, pues estos pueden ser de edificación espiritual para sus vidas.

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