lunes, 27 de mayo de 2019

Consecuencias de negar la resurrección

Lección: 1° Corintios 15:12-19
Texto: Hechos 2:24

Introducción: Pablo en los primeros 11 versículos de este capítulo 15, habla de la resurrección de Cristo, en la cual se basan las buenas nuevas del evangelio que les fue predicado, que recibieron los corintios y perseveraban (v.1), y les recuerda que esto estaba escrito en el Antiguo Testamento, tanto su muerte, sepultura y resurrección (v.3-4), además, hay testigos presenciales (v.5-7), y por último su propia experiencia personal que tuvo camino a Damasco (v.8-9), todos hechos irrefutables que además,  predican también otros apóstoles como él. Son los primeros argumentos que presenta para afirmar la resurrección de los creyentes, cosa que algunos estaban negando.

Desarrollo: Los corintios creían en la resurrección de Jesús, pues era el centro de la predicación que ellos habían recibido y aceptado. ¿Porque entonces algunos dudaban de la resurrección de los muertos?, (v.12). Recordemos que los Corintios son griegos, y en su cultura tenían varias corrientes de pensamientos y filosofías, como: Los Epicúreos, los Estoicos (Hechos 17:18), el Gnosticismo, el dualismo Platónico; este último postulaba que el cuerpo humano está ligado a la materia, por lo tanto, es inherentemente malo, y el alma que es inmaterial, divina e inmortal, por lo tanto, es espiritual y buena, concibe al cuerpo como la cárcel del alma, imposible que pueda resucitar una vez que haya fallecida la persona. En cuanto a algunos judíos que componían la iglesia de Corinto, pueden haber sido influenciados por Saduceos, que no creen en la resurrección.
Pablo, muestra como la resurrección de Jesús no solo prueba su resurrección, sino que prueba el principio de resurrección. Y vemos las consecuencias que tendría el mensaje del evangelio, en el hipotético caso que no hubiese resurrección, como algunos pensaban. “Si no hay resurrección de los muertos, Cristo tampoco resucito” (v.13); y he aquí las consecuencias:
1.- “Vana es entonces la predicación de los apóstoles” (v.14a), la predicación de ellos no tendría sustento, carente de toda realidad
2.- “Vana es también vuestra fe” (la de los corintios) (v.14b); no habría valor alguno en confiar en un mensaje que fuese falso o vacío.
3.- “Los apóstoles (y predicadores) serían falsos testigos” (v.15), porque habían testificado que Dios fue el que levanto a Cristo de entre los muertos, si Dios no lo había hecho, entonces los apóstoles habían estado dando falso testimonio de un Dios poderoso (Refutación: Hechos 2:23-24, 32; 4:10; 13:28-31).
4.-“Si los muertos no resucitan” (v.16), (Si esto es imposible), entonces no puede haber excepciones a la misma. En cambio sí ha tenido lugar (como es el caso de Cristo) ya no puede ser considerada como un imposible.
5.-“ Si Cristo no resucito” (v.17), la fe de los creyentes es “vana”, vacía , sin poder, por lo tanto, no tendrían “perdón de pecados”, al rechazar la resurrección, no tendría ningún valor la obra redentora de Cristo, no habría regeneración. (Refutación: Hechos 5:30-32; Romanos 4:25)
6.-“Entonces también los que durmieron (muertos) en Cristo (recordemos que Pablo está hablando hipotéticamente) perecieron” (v.18), se han perdido para siempre. (Compare con Mateo 27:52-53: 1 Tesalonicenses 4:13-18).
7.- Si no hubiera resurrección, los cristianos “somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres” (v.19), ¿de qué les valdría a los apóstoles (y a los verdaderos creyentes) tantos sacrificios y padecimientos teniendo las esperanzas depositada en una falsedad?
Estas serían entre otras, las consecuencias si Cristo no hubiese resucitado. Pero, gracias sean dadas a Dios que la realidad es otra ¡Cristo Vive! porque se levantó de la sepultura.

Conclusión: Los acontecimientos que comenzaron a suceder, una vez que Jesús es crucificado, es el comienzo de algo insospechado para muchos: Las tinieblas que comenzaron al mediodía hasta las 3 de la tarde, además, lo que exclama el Maestro para que se cumpliese lo escrito, entregando su espíritu. Además, el velo del templo que se rasgó en dos de arriba abajo, los sepulcros que se abrieron y muchos de los santos que habían dormido se levantaron (Mateo 27:52), la guardia que custodiaba la tumba, petrificada ante la aparición de un ángel, que provocó un terremoto, removiendo la piedra del sepulcro y trayendo las noticias que Cristo había resucitado (abrió la tumba para viesen que estaba vacía). Las mujeres que llevan las noticias, las apariciones siguientes de Jesús marcan el comienzo de algo nuevo en la historia de la humanidad, se había consumado la deuda por causa de nuestro pecado, y ahora se ha abierto la puerta de entrada a la eternidad, y como él vive, nosotros también viviremos con él, cumpliéndose lo que había dicho “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto vivirá”.

lunes, 20 de mayo de 2019

La resurrección de Cristo

Lección: 1° Corintios 15:1-11
Texto: 2° Timoteo 2:8

Introducción: Aquí el apóstol establece, la certeza de la resurrección de nuestro Salvador. Lo hace basándose precisamente en la realidad histórica, de la resurrección del Señor y de su propio testimonio, de ese maravilloso día cuando Cristo le salió al camino, y transformó su vida por completo.

Desarrollo: V.1 El único tema que Pablo tenía en sus labios era el evangelio, el cual les había predicado a los corintios, y que ellos recibieron y perseveraban en él, pues no hay otro evangelio. No era ninguna enseñanza nueva o extraña, sino el “evangelio eterno” del cual Pablo dijo “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree…” (Romanos 1:16)
V.2 Sin duda alguna, los corintios habían creído al evangelio completo que Pablo les había predicado, incluyendo la doctrina de la resurrección de Cristo, y por haber puesto ellos su fe habían sido salvos, y si retenían la palabra que Pablo les había predicado, era la confirmación de que su fe era genuina, y su salvación verdadera. Cuando una persona ha sido verdaderamente salvo y su fe en Cristo es genuina, se da a conocer porque cree y guarda la palabra de Dios y la práctica. De lo contrario, nunca fue salvo, y su fe no fue genuina, salvífica. No hay salvación en el nombre de Jesús, a no ser sobre la base de la fe en su muerte y en su resurrección.
V.3-4 “Porque primeramente os he enseñado…”En estos versículos el apóstol describe que es el evangelio y será muy provechoso para nosotros saber describir lo que significa el evangelio, pues muchos no saben describirlo o en que consiste, veamos: El evangelio es primeramente que “Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras”, el apóstol recalca que todo esto estuvo de acuerdo a las Escrituras del Antiguo Testamento (ver Isaías 53:5-12; Salmo 16:8-11; Oseas 6:2; Salmo 22:15; Zacarías 13:7; etc.), en esto consiste el evangelio no solo decir que la palabra significa “buenas nuevas”, sino, que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras, esto es el Evangelio.
V.5-7 En estos versículos, el apóstol Pablo aparte de argumentar que en las Escrituras estaba escrito lo de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, también lo confirman aquellos a quienes Cristo se les presentó resucitado, que son testigo de primera mano. Tantos ojos, en tantos lugares y en diferentes tiempos daban testimonio fehaciente del gran milagro v.11 Eso es lo que todos los testigos habían atestiguado, y eso era lo que los propios corintios habían creído. Entre los testigos, enumera Pablo primeramente a Pedro (Lucas 24:34) a quien suele llamar Cefas, pues ese es el sobrenombre que le puso el Señor (Juan 1:42), después apareció a los doce (Lucas 24:36). “Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales la mayoría vive aún, pero algunos ya duermen”. De la aparición a Jacobo, el hermano del Señor (v.7), no sabemos nada más, y luego menciona otra aparición a los doce (Lucas 24:50).
V.8 “Y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí”. En último lugar, menciona el apóstol la aparición que el Señor se dignó otorgarle a él, “como a un feto abortivo fue visto”, “con esto Pablo da a entender su indignidad personal, como alguien insignificante, sin vida propia.
V.9 Aquí Pablo da las razones por las cuales él se siente indigno de llamarse apóstol, primero, es que se siente y se ve muy pequeño entre los demás apóstoles, y en segundo lugar, porque persiguió la iglesia de Dios, aunque dice que lo hizo “por ignorancia, en incredulidad” (1 Timoteo 1:13), y señala el propósito de Dios al llamarlo: “Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna” (1 Timoteo 1:16). No hubo en Pablo ningún rasgo de orgullo, sino que se humilló delante de Cristo siempre, para que la gloria de Dios fuera manifestada en él.
V.10 “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy…”. Esta gracia no es la gracia de la salvación, sino la gracia del apostolado como lo señala en Romanos 1:5 “y por quién recibimos la gracia y el apostolado…”, esta gracia es el poder que Pablo había recibido como consecuencia del llamamiento de Dios, al ministerio apostólico, siempre como fruto del favor, de la benevolencia especial de Dios, este poder de Dios en Pablo no actuaba automáticamente, por sí solo, sino mediante la cooperación ardua, afanosa del apóstol. Por eso dice que dicha gracia en él “no cayó en el vacío”, sino, que halló respuesta plena en Pablo. Y para que nadie pensara que Pablo se atribuía a sí mismo la eficacia que su labor apostólica tenía, se apresura a especificar: “más no yo, (como si en mí mismo se originara ese poder), sino la gracia de Dios conmigo”. Nótese que no dice: “sino con la gracia de Dios”, sino que dice “sino la gracia de Dios conmigo”, es decir, “en unión con la gracia de Dios”. Pablo, estaba diciendo que la gracia poderosa de Dios era como la “despensa inagotable” de la que él sacaba constantemente fuerzas, para proseguir su trabajo.
V.11 “Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído”. Lo importante es que el evangelio de Jesucristo sea predicado, ya sea por él o por los otros apóstoles. No hay celos ni rivalidades.

Conclusión: Nuestra fe no está fundada en “fábulas artificiosa” o filosofías humanistas, sino en evidencias históricas, en testigos oculares, con nombres y lugares y fechas específicas. Ellos nos han testificado de la resurrección del Señor, por lo tanto, prediquemos con denuedo el evangelio de Jesucristo y no claudiquemos jamás. Finalmente, nosotros también somos testigos de que Cristo vive, pues él nos ha salvado y ha hecho una obra gloriosa en nuestro corazón, de la cual nadie nos puede contradecir.

lunes, 13 de mayo de 2019

Regulación de los dones espirituales

Lección: 1° Corintios 14:26-40
Texto: Colosenses 2:5

Introducción: En esta sección, el apóstol entra a regular el uso de los dones de lenguas y de profecía, para que haya orden en el desarrollo del culto, como también, que se pueda entender lo que allí se está realizando. Esto no atenta contra la espiritualidad del servicio como algún cristiano pueda creer, sino todo lo contrario, el Espíritu es orden y belleza y busca el crecimiento integral del cristiano.
Desarrollo: V.26 El apóstol, encabeza esta nueva sección con un ¿Qué hay, pues, hermanos? Como si dijese ¿que sacamos en limpio de lo que os he escrito? El culto que los corintios realizaban estaba compuesto de salmos, de doctrina, de lenguas, de revelación e interpretación, que hermoso lo que allí se realizaba, pero el consejo de Pablo es que todo aquello se realice para edificación del pueblo, para fortalecer la iglesia y no para vanidad propia. “Edificación” significa estimular la vida espiritual, la madurez y el carácter piadoso de los creyentes. Es una obra del Espíritu Santo mediante los dones espirituales.
V.27-28 En el uso de los dones espirituales, debe haber orden y equilibrio: el hablar en lenguas en un servicio no debería de exceder a más de tres hermanos, y debiera hacerse por turno, no todos a la vez, pues nos imaginamos que confusión habría sino fuera como Pablo les está señalando, y estas lenguas deberían de expresarse siempre y cuando fueran interpretadas, para que el pueblo pudiera entender lo que se está hablando. “Y si no hay interprete, calle en la iglesia…” así de claro, pero si podía hablar en lenguas en su oración privada.
 V.29-31 “Así mismo, los profetas…” ahora le toca el turno a los que profetizan y Pablo les da el mismo consejo que les dio a los que hablan en lenguas, que los profetas profeticen por turno y no más de tres en una reunión, los hermanos tienen que retirarse de la iglesia con un mensaje claro en sus mentes de que fue lo que el Señor les habló, “y los demás juzguen”. Debe evaluarse y pesarse cuidadosamente toda profecía, en cuanto a lo que se dice. Eso demuestra que la profecía en el Nuevo Testamento no era infalible y pudiera haber corrección. ¿Cuál debe ser la actitud de la iglesia respecto a los mensajes proféticos? Debe examinarse toda profecía según la norma de la verdad bíblica, la recomendación bíblica es: “Amados, no creáis, a todo espíritu, sino probad los espíritu si son de Dios…” (1 Juan 4:1; 1 Pedro 2:1-2, etc.)
V.31 La finalidad de las profecías en la iglesia es para que los hermanos puedan “aprender, y ser exhortados” y nada más.
V.32-33 “Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas”, es decir, el hermano que profetiza debe tener el autocontrol de su espíritu y acciones, las actividades espirituales de los profetas están bajo el pleno control de los profetas. Ningún verdadero profeta puede exigir que se le oiga con el pretexto de que está bajo un poder sobre el que no tiene control. En otras palabras, el que ejerce el don del Espíritu no es una máquina, sino un ser racional con la facultad de controlar sus reflexiones y sus modos de expresarse.
V.34-35 Puede interpretarse estos versículos a la luz del versículo 35, en el sentido de prohibir a las mujeres que interrumpan el culto para hacer preguntas a sus maridos que podrían hacerse en casa. En el capítulo 11 de esta carta, Pablo da por sentado que las mujeres oran y profetizan en reuniones públicas. Lo que Pablo enseña y prohíbe es, que la mujer ejerza en una congregación ya organizada con sus respectivos pastores y predicadores el ministerio de la Palabra y ejercer autoridad sobre el varón. La hermana puede dar palabra de instrucción en las reuniones de mujeres, así como en la Escuela Dominical y en comunidades de tipo misional y en otras actividades similares. La mujer tiene un amplio campo en la viña del Señor donde puede trabajar y desarrollarse ampliamente.
V.36 ¿A caso ha salido de vosotros la Palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado? Otra versión dice: “¿O es que pensáis que la palabra de Dios tuvo su origen en vosotros, o que vosotros sois los únicos que la habéis recibido? Como que dijese irónicamente: “¡Quizá vosotros sois los únicos que conocéis a fondo las Escrituras! ¡Tal vez sois vosotros los que tenéis la exclusiva del Espíritu Santo! Que esta era la intención de la pregunta de Pablo se ve por el versículo 37.
V.37 “Si alguno se cree profeta o espiritual…” que cree tener conexión directa con el Espíritu Santo, que se dé perfecta cuenta, en las cosas que os escribo, que son mandamientos del Señor, es decir, que si alguno de los corintios se creía espiritual, debería de reconocer que lo que Pablo les ha escrito son mandamientos del Señor y no antojos de Pablo y por lo tanto solo cabe la obediencia.
V.38) “Más el que ignora, ignore”. Otra versión dice; “Si alguno se hace el ignorante, él también será ignorado” Es como si Pablo hubiere escrito “Sino reconoce en mi precepto la autoridad de Dios en esto, no se revela él como espiritual y yo no lo reconozco como tal.
V.39-40 Con este doble mandato concluye Pablo este estudio de la profecía y de las lenguas. Si los corintios se niegan a reconocer que las instrucciones del apóstol son “mandamientos del Señor”, entonces demuestran que no son ni profetas ni el pueblo del Espíritu. Pablo exhorta a la iglesia a “procurar profetizar y no impedir el hablar en lenguas” “pero hágase todo decentemente y con orden”, de una manera decorosa y ordenada. Nuestra adoración que damos a Dios en nuestras reuniones, deben ser hechas con reverencia y temor, y no convertirla en un show pirotécnico para allegar gente al templo, pero que no se convertirán por eso al Señor.
Conclusión: Cuan necesaria es la instrucción y el consejo para el desarrollo y la madurez de la iglesia, y para el buen uso de los dones espirituales, de tal manera que todos sean edificados. Hoy tenemos la Biblia, por medio de la cual, el Señor nos instruye y nos corrige para nuestro bien y crecimiento espiritual, y si decimos que somos espirituales, debemos aceptar la Palabra de Dios como nuestra regla y guía y obedecerla.

lunes, 6 de mayo de 2019

Llamado a la madurez cristiana


Lección: 1° Corintios 14:20-25
Texto: Hebreos 4:12
Introducción: En esta porción, el apóstol pasa a dar consejo y a regular el uso del don de lenguas y de profecía cuando la iglesia está reunida. Pablo vela por el orden del servicio y que todo lo que en él se desarrolle sea entendible a todos.

Desarrollo: V.20 En conexión con lo anteriormente dicho, exhorta con afecto a los fieles de Corintio a no ser niños en el modo de pensar, es decir, sin estar plenamente conscientes de sus actos y de sus palabras, con irresponsabilidad y liviandad, sin la seriedad y el discernimiento de las cosas santas de Dios. Es insuficiente la comprensión de ellos con respecto a la verdad bíblica y su fidelidad a ella. “sino sed niños en la malicia”, en eso es en lo que no deben crecer, que no haya maldad en sus pensamientos y en sus actuaciones, que nos quedemos como niños en cuanto a lo malo. “Pero maduros en el modo de pensar”, saber discernir con toda madurez entre lo realmente importante y lo secundario, a no ser inestables fácilmente engañados por las falsas doctrinas de otros y susceptibles a teatralidades astutas. La madurez espiritual implica el expresar “la verdad en amor” (v.15), la verdad del Evangelio como se presenta en el Nuevo Testamento.
V.21-22 En el versículo 21, Pablo cita de Isaías 28:11-12, donde se habla de los judíos que se negaban a creer al profeta, cuando les anunciaba la invasión de los asirios, gente de lengua extraña para el pueblo de Israel. Esto les sería por señal de Dios para juicio contra ellos y aun así el pueblo no creía a sus profetas ni se arrepentían. Así como el lenguaje extranjero asirio era una señal para los judíos incrédulos acerca del juicio venidero, así también las lenguas eran una “señal” (v.22) de la verdad del cristianismo y una advertencia a los que rechazan su mensaje. “Pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes”, los creyentes no necesitan de señales extraordinarias, sino instrucción edificante, doctrina bíblica bien explicada ya que solo esto edifica y fortalece la vida espiritual del cristiano.
V.23 Si los ministros, o los demás que interviniesen en los actos del culto a Dios, hablasen un lenguaje ininteligible, y entrasen incrédulos en el local, concluirían que los asistentes están locos. ¿Qué clase de religión es la que deja de lado al sentido común y al entendimiento? ¿No aparecería entonces el cristianismo ridículo a los ojos de los paganos? En cambio, si, en lugar de hablar en lenguas, se interpreta y se expone fielmente las Escrituras, un incrédulo o un asistente inconverso, pero interesado en el Evangelio, puede quedar convicto de pecado y llegar a la conversión.
V.24-25 “Pero si todos profetizan…” Una de las señales más seguras de que el Espíritu Santo está presente y está obrando en alguna congregación es, su convencimiento de culpa en cuanto a pecado, justicia y juicio (Juan 16:8). Nada puede reemplazar a la predicación de la Palabra de Dios para la conversión de las almas, la Palabra de Dios es cual espada que penetra la conciencia y el corazón del oyente. Pablo nos dice: ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? Sólo la Palabra de Dios expuesta en la misma lengua de los que oyen puede producir conversiones. Descubrir el pecado dentro del corazón de una persona no requiere un don especial de revelación o de “adivinación”. Basta la profecía y la verdad que encierra al ser proclamada bajo el impulso del Espíritu Santo para convencer el corazón de un pecador. “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12)

Conclusión: Nuestra comisión es predicar la Palabra, porque “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia…”. Este mundo está cansado de discursos vanos, ilusorios, pero sin contenido espiritual que pueda alimentar al alma hambrienta del hombre. Sólo la Palabra de Dios puede otorgarle ese pan que lo satisfaga, como lo dijo Jesús, “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

Privilegiando el entendimiento

Lección: 1° Corintios 14:13-19

Texto: 1° Corintios 12:7



Introducción: Una vez más, veremos aquí que el apóstol da mayor énfasis a la enseñanza en el idioma que hablan sus oyentes, para que así puedan ser edificados sus entendimientos. No busca otra cosa que lo ya señalado, y en esta porción lo clarifica aún más.

Desarrollo: V.13 “El que habla en lengua extraña…”, es decir, extraña porque no se entiende, debe pedir a Dios que le conceda el poder interpretarla, para que puedan saber los oyentes que es lo que está diciendo, pues es muy importante saber lo que está diciendo, para saber si está de acuerdo con la Palabra de Dios, y no vaya a ser algún falso mensaje.
V.14 “Pero si yo oro en lengua desconocida…” su espíritu ora, “espíritu” aquí es la parte más íntima del hombre donde se manifiesta y tiene comunión el Espíritu Santo con la persona, sólo su espíritu se comunica con Dios en lengua extraña, pero su entendimiento queda sin fruto, es decir, su mente, su razonamiento, no sabe que es lo que está orando a Dios, que es lo que su espíritu le está diciendo a Dios.
V.15 “…oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento…” Pablo está hablando en primera persona, es decir, su propia experiencia, a su uso privado de las lenguas. “Oraré con el espíritu” quiere decir orar en lenguas, el espíritu del hombre bajo el influjo del Espíritu Santo. Este empleo de las lenguas va dirigido a Dios en privado. Pablo no sólo uso las lenguas para orar, sino también para cantar, alabar y dar gracias a Dios. “Con el entendimiento”, significa orar y alabar a Dios en un idioma que se la ha enseñado, también bajo el impulso del Espíritu Santo.
V.16-17 Cuando solo se habla en lengua extraña, o el predicador habla en otras lenguas ¿cómo podrá decir amén el que está escuchando, sino entiende nada de lo que se dice?, se va de la reunión sin ningún provecho, y tampoco podrá contar a los de su casa de que se trató el mensaje.
V.18-19 Para dar a entender, una vez más, que Pablo no desprecia el hablar en lenguas, dice que “da gracias a Dios” por poseerlo y usarlo más que todos ellos, pero añade que “en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento (esto es inteligibles) para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida”. Pablo, quería que su predicación fuese entendida por todos, y pudieran decir amén a lo que él decía.
Conclusión: No hay nada más edificante que ir a la iglesia y escuchar el sermón en nuestro idioma, y poder decir amén a lo que estamos entendiendo. Que podamos decir esto fue lo que Dios me habló, de esto se trató el mensaje de la Palabra de Dios, porque de otra manera no habrá crecimiento espiritual ni avance en nuestra conducta para con Dios, y para con nuestros hermanos.