lunes, 6 de mayo de 2019

Privilegiando el entendimiento

Lección: 1° Corintios 14:13-19

Texto: 1° Corintios 12:7



Introducción: Una vez más, veremos aquí que el apóstol da mayor énfasis a la enseñanza en el idioma que hablan sus oyentes, para que así puedan ser edificados sus entendimientos. No busca otra cosa que lo ya señalado, y en esta porción lo clarifica aún más.

Desarrollo: V.13 “El que habla en lengua extraña…”, es decir, extraña porque no se entiende, debe pedir a Dios que le conceda el poder interpretarla, para que puedan saber los oyentes que es lo que está diciendo, pues es muy importante saber lo que está diciendo, para saber si está de acuerdo con la Palabra de Dios, y no vaya a ser algún falso mensaje.
V.14 “Pero si yo oro en lengua desconocida…” su espíritu ora, “espíritu” aquí es la parte más íntima del hombre donde se manifiesta y tiene comunión el Espíritu Santo con la persona, sólo su espíritu se comunica con Dios en lengua extraña, pero su entendimiento queda sin fruto, es decir, su mente, su razonamiento, no sabe que es lo que está orando a Dios, que es lo que su espíritu le está diciendo a Dios.
V.15 “…oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento…” Pablo está hablando en primera persona, es decir, su propia experiencia, a su uso privado de las lenguas. “Oraré con el espíritu” quiere decir orar en lenguas, el espíritu del hombre bajo el influjo del Espíritu Santo. Este empleo de las lenguas va dirigido a Dios en privado. Pablo no sólo uso las lenguas para orar, sino también para cantar, alabar y dar gracias a Dios. “Con el entendimiento”, significa orar y alabar a Dios en un idioma que se la ha enseñado, también bajo el impulso del Espíritu Santo.
V.16-17 Cuando solo se habla en lengua extraña, o el predicador habla en otras lenguas ¿cómo podrá decir amén el que está escuchando, sino entiende nada de lo que se dice?, se va de la reunión sin ningún provecho, y tampoco podrá contar a los de su casa de que se trató el mensaje.
V.18-19 Para dar a entender, una vez más, que Pablo no desprecia el hablar en lenguas, dice que “da gracias a Dios” por poseerlo y usarlo más que todos ellos, pero añade que “en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento (esto es inteligibles) para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida”. Pablo, quería que su predicación fuese entendida por todos, y pudieran decir amén a lo que él decía.
Conclusión: No hay nada más edificante que ir a la iglesia y escuchar el sermón en nuestro idioma, y poder decir amén a lo que estamos entendiendo. Que podamos decir esto fue lo que Dios me habló, de esto se trató el mensaje de la Palabra de Dios, porque de otra manera no habrá crecimiento espiritual ni avance en nuestra conducta para con Dios, y para con nuestros hermanos.

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