Texto: Romanos 8:18
Domingo 10 de Noviembre
Introducción: Toda actividad, sea cual sea que realice una persona, tiene sus características propias, ya sea requerimientos, deberes y beneficios, pero también, costos y a veces altos, y estos se relacionan con el grado de compromiso que hay con esa tarea, cuanto más en lo que significa apacentar la grey de Dios, la cual se realiza sólo por amor, agradecimiento y obediencia a Dios. Hubo profetas, que experimentaron la soledad de su ministerio, persecución y humillación, como Jeremías, que manifiesta “Porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día” (Jeremías 20:8). Aquí Pablo, da a conocer muchas cosas que tuvo que vivir, sólo por amor al llamado que Dios había hecho en él.
Desarrollo: Pablo, se presenta en este pasaje, tanto él, como sus compañeros, como colaboradores de Dios, y les exhorta a los corintios, a que no reciban en vano la gracia de Dios, en el sentido de no llevar una vida de plenitud y de testimonio cristiano. Dios, ofrece salvación a todo el mundo. Él no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. Mucha gente aplaza su decisión de aceptar a Cristo, pensando que puede ser más adelante, pero pueden perder la oportunidad, la escritura dice “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”, (Hebreos 3:15), la palabra griega Kairos, denota un tiempo determinado, habla que el tiempo aceptable de recibir la gracia de Dios, es ahora, no en tiempo indefinido.
El apóstol, manifiesta que él tiene especial preocupación, de no dar ocasión de tropiezo a nadie, para que su ministerio no sea vituperado, insultado o dañado. Antes bien, tiene la confianza de recomendarse en todo, como un real ministro de Dios, en paciencia, tribulaciones, en necesidades, en angustias y muchas otras situaciones, que sabemos que él experimentó, a causa de su entrega total al ministerio que Dios le había entregado, como dijimos anteriormente, negándose aún, asimismo, todo por amor a Cristo y a su ministerio. Pablo, se mantuvo activo, gozoso y contento, aun en las situaciones más difíciles, de igual manera, nosotros debemos mantenernos firmes delante de Dios, y los siervos de Dios deben decir como Pablo lo manifestó “Honro mi ministerio” (Romanos 11:13).
El apóstol dice en cuanto a sus necesidades personales, que su actitud es como pobres, más enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, más poseyéndolo todo, en su corazón no hay quejas, ni resentimientos, él señala “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:11-13).
Conclusión: El apóstol, en este pasaje, hace un resumen como en otros pasajes, de las situaciones que tuvo que pasar, por ser ministro de Cristo, pues muchas veces hay que pagar un costo, por ser siervo de Dios, ya sea en pruebas, dificultades, enfermedades, oposición a nuestro ministerio, y muchas otras cosas, pero debemos tener presente, que la prueba pasará, la enfermedad sanará, la dificultad se solucionará, y debemos luchar con la ayuda de Dios, para honrar nuestro Ministerio, y que además, las aflicciones que hoy vivamos, no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
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