domingo, 22 de diciembre de 2019

La ministración para los santos

Lección: 2° Corintios 9:1-6
Texto: Gálatas 6:9-10
Domingo 29 de Diciembre

Introducción: “Ministrar” es una palabra que significa servir. El servicio a Dios puede ser de diferentes formas; Desempeñando algún ministerio, involucrado en la oración, en la adoración, en la predicación, etc. De la misma forma ministrar a los hermanos puede ser de diferentes formas. En éste nuevo capítulo, Pablo menciona que a través de las ofrendas también se puede servir a los hermanos. El Habla de dos formas de hacer esta ministración. Examinémosla por separado.

Desarrollo: Primera, debe estar preparada de antemano (v.2-4) Las cosas cuando se preparan de antemano deben casi siempre resultar mejor que improvisarlas. El apóstol dice que conoce la buena voluntad de los Corintios, de la cual él se gloria entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado y que ese celo ha estimulado a la mayoría. De la misma forma, espera que esta iglesia esté preparada para dar sus aportes, no sea cosa que si vienen algunos hermanos macedonios, los hallen desprevenidos, y de esta forma no solo sería vergüenza de la iglesia, sino que también para el apóstol Pablo. Además, sería dejar en desmedro la confianza de Pablo, ya que al no estar preparados, entonces no se cumpliría las expectativas propuestas por el liderazgo.
Segunda, debe hacerse con generosidad (v.5-6) La Generosidad es una actitud o comportamiento de la persona generosa y se refiere a la inclinación a dar y compartir por sobre el propio interés. Es una virtud que debe ser característica de un corazón agradecido por las tantas bondades recibidas por Dios. Pablo exhorta a los creyentes corintios que preparasen primero su generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad y no como una exigencia de ellos. Es hermoso ver cuándo por iniciativa propia la gente se mueve a dar “generosamente”, sobre todo, cuando se verifica una necesidad en otros creyentes que no tienen lo suficiente para vivir.

Conclusión: Pablo concluye esta lección, dando un principio que hasta hoy se mantiene vigente: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Dios nos ayude a ser siempre generosos, y mayormente con la ministración de los santos y la obra de Dios.

El manejo de las ofrendas

Lección: 2° Corintios 8:16-24
Texto: Colosenses 3:23
Domingo 22 de Diciembre

Introducción: Una de las cosas más delicadas en las iglesias es el manejo de los dineros. La presente lección, nos muestra como Pablo desarrolló este tema con sus ayudantes, procurando mostrar transparencia en todo lo que hacía, y mayormente en el manejo de las finanzas. Para ello, describe dos consideraciones a tener en cuenta en la iglesia de hoy.

Desarrollo: En primer lugar, es algo que se debe administrar (v.18-20) Esto quiere decir, que los dineros que se recaudan como ofrendas deben tener un buen manejo, y un buen uso. Además, hay que poner a gente idónea para su cuidado. En el caso del apóstol Pablo, el mismo Tito había sido encomendado a esta tarea, más un hermano, (cuya identidad se desconoce, pero que era reconocido por todos) cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias. Esta persona, era garante de la buena administración de las ofrendas por parte del equipo apostólico de Pablo, porque las iglesias lo habían designado para esta peregrinación. Las ofrendas debían ir desde Macedonia hasta Jerusalén, y había que cuidarlas y administrarlas muy bien. De esta manera, Pablo dice que se evita que alguien les censure. Nos ayude Dios a administrar de la mejor forma posible las ofrendas de nuestros hermanos.
En segundo lugar, se deben manejar honradamente (v.21-22) Muchos ministerios o pastorados han sucumbido por el mal manejo de las finanzas de los encargados. O peor aún, por el despilfarro o el robo de los dineros que no son nuestros. Pablo se encarga de mostrar una total trasparencia frente al tema de los dineros, indicándonos que las cosas se deben hacer honradamente, no solo delante del Señor sino también delante de los hombres. Para que eso sea más creíble aún, indica que hay que integrar a personas de confianza en estas tareas. En este caso, el hermano enviado, había demostrado su diligencia en las tareas encomendadas varias veces. Ya tenía un curriculum de honestidad.

Conclusión: El trabajo en la obra de Dios se realiza por las personas que obedecen al llamado de Dios. A estas personas, les toca mostrar el cambio de vida que Dios ha realizado en sus vidas, haciendo todo con honestidad y trasparencia delante del Señor y de los hombres, a quienes les toca servir, mayormente en algo tan delicado como es el manejo de las ofrendas. Tito y los demás hermanos encargados de las finanzas, eran colaboradores y mensajeros de las iglesias para la gloria de Cristo. Cuando uno encuentra gente así, entonces con gusto da su aporte (ofrenda) para la obra de Dios.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

La sinceridad del amor

Lección: 2° Corintios 8:8-15
Texto: Deuteronomio 15:7-8
Domingo 15 de Diciembre

Introducción: El apóstol Pablo, habiendo hablado del ejemplo de los macedonios en las ofrendas para los santos, ahora procura que la iglesia de Corinto también se sume a dicha labor. Para ello, les indica que les habla no como quien les está mandando, sino para poner a prueba la sinceridad del amor de esta iglesia. También les pone el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, que por amor se hizo pobre, siendo rico, para que ellos con su pobreza fuesen enriquecidos. Para reforzar la idea del “dar” Pablo les da dos consejos, que observaremos a continuación.

Desarrollo: El primer consejo es que lo que ha sido antes un deseo, ha llegado la hora de practicarlo (v.10-11). La vida cristiana está llena de buenos deseos. Algunos se pueden cumplir y otros por diferentes motivos se posponen en el tiempo, y otros definitivamente quedan solo en eso, en buenos deseos. Ayudar a los demás es la esencia del evangelio. Pablo, les indica a los corintios, que ellos tenían un deseo que querían desarrollar de antemano, al menos desde el año pasado, lo bueno que ahora no solo debían quererlo, sino que también, hacerlo.   Que como estuvieron prontos en querer, así también lo estén en cumplir.
El segundo consejo es dar según lo que uno tiene (v.12-14) Mas adelante Pablo va a decir que “Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). Ahora les remarca que una buena ofrenda debe venir primero de una voluntad dispuesta. Será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. También, indica que no dice esto para que haya en otros holgura, tal vez lo que van a recibir las ofrendas, y para los corintios estrechez, ya que se deben desprender de lo que tienen para darlo a otros. Lo que clarifica es que la abundancia de los corintios supla la escasez de los que tienen necesidad en Jerusalén, de esta manera hay igualdad. Los que más tienen deben suplir a los que no tienen.

Conclusión: El apóstol Pablo termina la lección de hoy, haciendo alusión a lo que pasó en el libro de Éxodo, cuando Dios les proveyó maná en el desierto al pueblo de Israel (Éxodo 16:18) Les indica que “El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos”. Dios nos ayude a ser generosos con las necesidades de aquellos que tienen menos que nosotros, para que a nadie le falte.

domingo, 1 de diciembre de 2019

La ofrenda para los santos

Lección: 2°Corintios 8:1-7
Texto: Romanos 15:26-27
Domingo 08 de Diciembre

Introducción: Dice el dicho “mejor es dar que recibir”. El apóstol Pablo comienza este nuevo capítulo, haciéndoles saber a los hermanos de Corinto la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia, que a pesar de su grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Ellos habían recibido la gracia de Dios y estaban dispuestos a dar de lo poco que tenían a la obra de Dios. Pablo, destaca tres ejemplos de los macedonios dignos de imitar, sobre todo cuando queremos de alguna forma ayudar a los que lo necesitan. Veámoslos a continuación.

Desarrollo: En primer lugar, han dado con agrado (v.3) Pablo da testimonio de esta actitud de las iglesias en Macedonia de ofrendar con agrado, conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas. Las ofrendas que sirven son aquellas que salen del corazón, y que se visualizan en las actitudes de los oferentes. Con agrado, quiere decir, que lo hacen con alegría y con ganas de querer aportar, más aun, cuando sienten que los destinatarios necesitan de esas ofrendas, por esta razón, dan también más allá de sus fuerzas.
En segundo lugar, para ellos era un privilegio participar (v.4) Los Macedonios, cuenta el apóstol Pablo, pidieron con muchos ruegos participar en este servicio para los santos, y él que se les haya permitido esto, era para ellos un privilegio. Cuantos de nosotros sentimos que es una bendición especial participar de las ofrendas. Habiendo muchos que pueden aportar, Dios nos pide a nosotros participar. ¡Qué bendición más grande!
En tercer lugar, se dieron primeramente al Señor (v.5) Un corazón generoso y dadivoso se percibe a través de las dadivas. Los macedonios habían recibido tanto de Dios, que ellos como una vuelta de mano, dan mucho más de lo que Pablo esperaba. Ellos mismos se daban al Señor, y luego a su pastor y a su equipo de trabajo. Pablo se encarga de remarcar que todo esto era así “por la voluntad de Dios”. Dios siempre tiene el control.

Conclusión: Pablo termina esta sección indicándonos que la ofrenda para los santos es una obra de gracia. Que así como procuramos abundar en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para quienes nos presiden, también debemos abundar en esta gracia. Dios nos ayude a ser siempre generosos, mayormente si hemos sido receptores de la gracia de Dios, debemos dar de esa gracia a quienes lo necesitan.