
Texto: Gálatas 4:13-14
Domingo 19 de Enero
Introducción: En el capítulo 10 de Segunda de Corintios Pablo hace una defensa de su ministerio, para aquellos que le acusaban de no ser un apóstol, o no tener los méritos de un pastor hacia esta iglesia. En la lección anterior, indicaba que sus armas no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Critica que los corintios miraban las cosas según las apariencias. Que si ellos piensan que son de Cristo, Pablo y su equipo también lo eran. Su autoridad, la sigue plasmando en la lección hoy, pero a través de dos frentes. Veámoslos a continuación.
Desarrollo: Primero, las cartas (v.8-11). Pablo fue un gran escritor, qué duda cabe de aquello. El escribió casi la mitad del Nuevo Testamento. Estaba acostumbrado a escribir, y su pluma describe, la doctrina apostólica y la teología cristiana con mucha asertividad. Cómo en ese tiempo no existía ni la globalización, ni los correos electrónicos, el medio más común de comunicación eran las cartas. El mismo indica que dicen que las cartas son duras y fuertes, pero que él ha escrito para edificación y no para vuestra destrucción, por lo tanto, no se avergonzará, pero que hará valer la autoridad que el Señor le dio para ayudar a la iglesia de Corinto no para causarles daño.
Segundo, la presencia física (v.10-11) El mismo apóstol Pablo indica que para algunos su presencia corporal es débil, y la palabra menospreciable. Esto quería decir, que Pablo en persona, se ve para algunos como una persona débil y que no infunde respeto a los demás. Él les indica que no hay diferencia entre lo que escribe con lo que dice cuando está con ellos. No es de doble cara. Él es consecuente con su fe y actúa de esa forma, siempre igual. Así que, tengan en consideración que de la misma manera que ha escrito actuará cuando este entre ellos. Que no se engañen por las apariencias.
Conclusión: La autoridad de Pablo no procede de su alabanza de sí mismo. Él no es como los que midiéndose a sí mismos por sí mismo, y comparándose consigo mismo, no son juiciosos. Él no se atreve a ponerse en el nivel de los que actúan así. Pablo, indica que estas personas demuestran que en realidad no entienden nada. La autoridad no se impone, se gana. Él se había ganado su autoridad en su pastoreo de esta congregación, más el respaldo que Dios le había dado sembrando iglesias en muchas partes.
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