miércoles, 8 de enero de 2020

La autoridad de Pablo

Lección: 2° Corintios 10:1-6
Texto: 2° Corintios 13:10
Domingo 12 de Enero

Introducción: Un pastor, tiene diversos roles que cumplir cuando atiende a su congregación. Algunas actividades son muy gratas, como acompañar a una familia en un nacimiento, o a los novios en la bendición de su matrimonio. Pero ¿qué, cuando toca disciplinar y corregir? El mismo Pablo se identifica como una persona humilde entre los corintios, pero que por la mansedumbre y ternura de Cristo, debe cumplir su rol de autoridad con ellos. Para eso, destaca dos elementos de su autoridad. Mirémoslos a continuación.

Desarrollo: En primer lugar, la osadía (v.1-3).  La osadía es la intrepidez, el arrojo o la temeridad que refleja el comportamiento de una persona. El sujeto que actúa con osadía recibe el calificativo de osado. El mismo apóstol Pablo, estando lejos de la ciudad, se describe como osado entre la iglesia de corintios. Los historiadores dicen que Pablo era menudo, pequeño y calvo, sin mucha apariencia física, cosa que tal vez hacía que la gente lo mirará en menos. En este caso, Pablo indica que cuando esté presente entre ellos, no tenga que usar de aquella osadía con la que está dispuesto a proceder contra algunos que lo miraban en menos. El contexto nos indica que Pablo con osadía (temeridad) mandó las instrucciones de corrección de lo que estaba mal en la iglesia de Corinto. Algunos se enojaron, pero las noticias de Tito indicaban que ellos se habían arrepentido. Pablo les pide que no le obliguen a ser duro con ellos. Él no es un hombre carnal, sino espiritual.
En segundo lugar, las armas de su milicia no son carnales (v.4-5). Si Pablo es un hombre espiritual, por deducción, sus armas son espirituales y no carnales. Estas armas, indica él, son poderosas en Dios para destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Lo que Pablo está queriendo decir, es que él usa su autoridad, para corregir lo anómalo de la iglesia de Corinto, con “armas espirituales”. Con estas armas se destruyen los argumentos de los que están en contra del trabajo de disciplina del apóstol.

Conclusión: Pablo termina la presente lección indicándonos lo siguiente: “Una vez que estemos seguros de la completa obediencia de ustedes, estaremos listos para castigar cualquier desobediencia” (Versión PDT) La autoridad de Pablo es incuestionable. Él era el fundador y pastor de la Iglesia, además era un hombre espiritual respaldado por Dios, por esta razón la iglesia le debía respeto, obediencia y sujeción.

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